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Elecciones 2016

¿Por qué no se rinde Trump en Wisconsin y otros estados donde las cosas le van muy mal?

El candidato republicano celebra un evento masivo este martes en un estado donde Hillary Clinton le aventaja en 15 puntos y hay sobradas pruebas de que su discurso populista no tiene aceptación.
16 Ago 2016 – 03:08 PM EDT
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Donald Trump durante su última visita a Wisconsin, en Green Bay el 5 de agosto. Crédito: AP

WEST BEND, WISCONSIN. Banderitas de Alemania decoran el centro de West Bend, la ciudad de Wisconsin en la que Donald Trump hace campaña este martes por la noche y en la que muchos tienen en común con el candidato republicano su linaje en el país europeo.

Pero el empresario nieto de alemanes no viene aquí a rendir pleitesía al venidero festival folclórico de la semana próxima sino a intentar salir del inmenso foso en el que ha caído en las encuestas de un estado donde pretendía ser competitivo.

Una encuesta de la semana pasada de la Marquette University le da una ventaja de 15 puntos en este estado a su rival demócrata Hillary Clinton.

No es el único estado en el que Trump hace campaña a la desesperada. En otros que se suponía iban a ser campos de batalla, como New Hampshire o Colorado, el republicano lo tiene todo cuesta arriba. Algunos estrategas incluso creen que Trump debería defender feudos republicanos ahora en riesgo como Arizona o Georgia.

Pero la persistencia de Trump en este feudo demócrata se debe a que el republicano incluye a Wisconsin en su estrategia para apelar al desencanto de la clase obrera del Rust Belt o antiguo cinturón industrial oxidado al que también pertenecen Michigan, Indiana, Illinois, Ohio y Pennsylvania.

En su evento de este martes hablará a las 8.30 PM, ET, en un centro de convenciones de West Bend, un municipio semirural de clara mayoría racial blanca en el condado de Washington, el más republicano del estado. Trump también participará en un evento de pago en Milwaukee con el comentarista de Fox News Sean Hannity y en dos eventos de recaudación de fondos en La Crosse y Milwaukee. Será la segunda vez que Trump visita el estado este mes.

Trump vs. el stablishment

Quizás estos dos eventos para buscar dinero sean los más útiles de la visita de Trump. En Wisconsin hay varios elementos además de su escaso apoyo en los sondeos que hacen pensar que quizás sería sensato que concentrara sus esfuerzos en estados donde tiene mejores perspectivas y el botín de votos electorales es mayor, como Ohio, Pennsylvania o Florida.


En Wisconsin, Trump sufrió en abril su mayor varapalo en las primarias, cuando el senador por Texas Ted Cruz le venció por 13 puntos dando breve aliento al frente republicano que quería impedir la nominación del magnate.

Aquí Trump ha tratado sin éxito una rebelión contra el establishment del partido. De este estado, donde nació el Partido Republicano, proceden figuras republicanas destacadas, como el presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan, el presidente del Comité Nacional Republicano Reince Priebus o el senador Ron Johnson. También está gobernado por un republicano, Scott Walker, que fue el primero en retirarse de la primaria republicana.

El nivel de apoyo que han demostrado por el nominado presidencial republicano varía pero por lo general han mantenido distancias. Trump tampoco ha hecho mucho por hacer amigos. En el caso de Ryan, se reservó su apoyo hasta casi el último momento en la primaria por su reelección al Congreso que ganó aplastantemente la semana pasada contra un candidato de perfil semejante al de Trump.

El senador Johnson que tiene una ardua reelección en noviembre, ha jugado con el lenguaje diciendo que apoya a Trump (s) pero no le respalda (endorse).

Por último, la historia tampoco augura buenas perspectivas para Trump. Ningún candidato presidencial republicano ha ganado en Wisconsin desde que lo hiciera Ronald Reagan en su aplastante victoria de 1984.

El comentarista de radio con sede en Milwaukee Charles Sykes le dijo a Univision que no entiende por qué Trump insiste en pelear por Wisconsin habiendo sobradas evidencias de que no tiene posibilidades en este estado. La última de ellas fue la derrota del rival de Ryan, Paul Nehlen, en la primaria de la semana pasada. El outsider Nehlen, un empresario de Janesville, había ido aún más lejos que Trump al proponer deportar a todos los musulmanes del país.

"Está claro que este no es un estado receptivo al mensaje o al estilo de Trump", dijo Sykes.

"Desperdicio"

Pero es improbable que Trump desista de hacer campaña aquí. El empresario sigue creyendo que las reglas de campaña tradicionales no se le aplican y pretende cambiar el mapa electoral.

Ha dicho que quiere plantear batalla estados sólidamente demócratas como California, Nueva York y Nueva Jersey y aunque pocos le tomaron en serio la semana pasada anunció un evento estilo town hall en la pequeña Plattsburgh, en el norte de Nueva York, que acabó cancelando.

No dio explicaciones sobre el cambio de planes pero rápidamente le llovieron críticas sobre la locura de gastar tiempo y recursos en un estado donde los demócratas han ganado recientemente con márgenes que rondan los 30 puntos.

En Wisconsin, sin embargo, Trump ha invertido más esfuerzo. Contrató pronto personal de campaña, en mayo, antes que en otros estados que considera campos de batalla.

Su visita de este martes podría ser una buena oportunidad para intentar un nuevo enfoque, le dice a Univision el estratega republicano Michael Brodkorb. "Debería ir con una nueva actitud y tratar de reparar sus relaciones con republicanos con influencia como Ryan", dice Brodkorb.

Pero la campaña avanza y a Trump se le acaban los días para ese reinicio sin que dé muestras de querer un cambio.

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