"Vapear" le costó medio dedo, ahora reclama justicia

Un joven latino residente en el condado de Kern presentó esta semana una demanda contra tres compañías dedicadas al negocio de los cigarros electrónicos después de que uno de estos dispositivos le explotara en la boca mientras “vapeaba” en su casa. La detonación le causó serias quemaduras que le llevaron a estar hospitalizado por siete días y forzaron la amputación de la mitad del dedo índice de su mano izquierda.
Los abogados de la víctima, Vicente Garza, de 23 años, presentaron su caso el miércoles ante la Corte Superior del condado de Kern para reclamar a las empresas Mr. Cigar d/b/a Luxor Café Vape Lounge, Flawless Vapes & Supplies, y Vape Fame unas indemnizaciones por los daños ocasionados.
Aunque las explosiones por cigarros electrónicos son poco frecuentes, según un informe de octubre de 2014 de la agencia federal antincendios (US Fire istration, FEMA), las lesiones que producen pueden ser severas.
Incidentes
Entre 2009 y 2014, las autoridades contabilizaron 25 incidentes reportados en la prensa del país relativos a fuego o detonaciones originadas en uno de estos cigarros. Solo en dos casos las quemaduras fueron graves. FEMA, no obstante, constata que las consecuencias que estos dispositivos pueden tener para la salud aún están en estudio y que prevé que vaya en aumento el número de explosiones -asociadas con la batería de litio del producto- a medida que estos cigarros se popularizan.
Los cigarros electrónicos entraron en EE.UU. en 2007 y se calcula que más de 2.5 millones de personas los utilizan en este país. FEMA atribuye parte de las explosiones a un mal uso de los dispositivos por parte de los consumidores, aunque los abogados de Garza aseguran que eso no es aplicable a su cliente.
Garza y otros casos
Vicente Garza adquirió su cigarro electrónico el pasado 28 de septiembre y el 16 de octubre, cuando iba a usarlo en el baño de su casa, apretó el botón de encendido y “el producto explotó”, se lee en los documentos judiciales. El joven registró quemaduras en la lengua, los labios y la mano izquierda. Parte de su dedo índice fue amputado.
El abogado Gregory Bentley presentó junto con el caso de Garza el de otras dos personas afectadas por quemaduras (en el rostro y en las piernas) debidas al uso de cigarros electrónicos. El despacho de Bentley ya llevó la demanda de una mujer de Corona que en septiembre logró una indemnización de casi 2 millones de dólares.