Este inversionista vivió como rey defraudando a hispanos pobres: el FBI lo arrestó y enfrenta 43 años de cárcel
Bob Cirillo sabía decirles a sus clientes lo que ellos querían escuchar: les prometía ganancias en pocos días por invertir miles de dólares, a veces los ahorros de su vida, en cinco empresas. Usaba sus habilidades como corredor de bolsa para convencer a hispanos de bajos ingresos que añoraban el ‘sueño americano’.
Tres años después de que una investigación del canal KMEX de Univision Los Ángeles destapó su fraude piramidal, Cirillo fue arrestado por agentes federales y aceptó que había estafado a más de 100 personas, la mayoría inmigrantes a quienes les vendió humo para obtener 3.2 millones de dólares.
Este defraudador, de 61 años y habitante de Chino Hills, pagó una fianza para salir de prisión y ahora espera su audiencia condenatoria el 6 de septiembre en una corte de Santa Ana, California. Lo acusan de tres cargos: fraude de inversiones, conspiración para cometer fraude fiscal y conspiración para cometer fraude electrónico.
La pena máxima por los tres cargos que le imputa el gobierno es de 43 años de prisión y una multa de 5.5 millones de dólares, se advierte en la declaración de culpabilidad que él firmó a mediados de mayo.
En dicho acuerdo se compromete a devolver casi 2.7 millones de dólares a decenas de afectados por su estafa y casi 400,000 dólares a un anciano a quien le hizo creer era su nieto y necesitaba dinero para pagar una fianza.
“Nadie robó a nadie”, afirmaba Cirillo en julio de 2019 cuando lo entrevistó la periodista Claudia Botero, quien ya había hablado con varias víctimas. Después de que se transmitió el reportaje de Univision, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y el Servicio de Recaudación de Impuestos (IRS) tomaron el caso.
“Lo poquito que tenía se lo llevaron”
Óscar González, uno de los denunciantes, dijo en ese tiempo a KMEX que entregó 25,000 dólares, todo lo que tenía en el banco, a una compañía llamada Davinci Partners, istrada por Cirillo. “Me siento triste porque lo poquito que tenía se lo llevaron”, lamentó.
La Fiscalía federal alega que de 2014 a 2021, el acusado orquestó y operó un esquema de fraude por el que perdieron dinero varios residentes de los condados de Orange y San Bernardino. Ellos invirtieron bajo falsas promesas de “grandes retornos” de hasta el 30% en un plazo máximo de 90 días.
Ese dinero llegaba a las cuentas bancarias de cinco empresas: Napoli Partners, Davinci Equity Partners, Genco Partners, Milano Partners y Flamingo 9.
Para hacerles creer que las inversiones estaban en buenas manos mostraba falsos registros bancarios. En varias ocasiones envió un documento indicando un saldo de 3 millones de dólares en una cuenta. Los agentes federales que registraron su domicilio en agosto de 2019 encontraron esa copia.
Los oficiales volvieron a catear su casa en junio pasado. Para ese entonces, Cirillo ya había itido que fabricó documentos financieros para que siguieran invirtiendo en sus compañías.
Amenazas a los denunciantes
Por la confianza que le tenían sus clientes, el dinero llegó a manos llenas. De febrero de 2015 a mayo de 2016, sus inversionistas le depositaron 1.1 millones a una cuenta, que fue vaciada, describe la acusación.
En esos 18 meses, Cirillo retiró casi 370,000 dólares en efectivo; gastó 138,000 dólares en el casino Caesar Palace de Las Vegas, Nevada; y abonó más de 100,000 dólares a tarjetas de crédito.
Otra cuenta suya en el banco Wells Fargo recibió 2.4 millones de dólares de mayo de 2016 a febrero de 2018. En ese tiempo él retiró más de un millón de dólares en efectivo, dio un enganche de 12,000 dólares para comprar un vehículo Jeep y otro de $10,000 para un lujoso auto Alpha Romeo.
“A pesar de que el demandado sabía que nunca pagaría a los inversionistas afectados prometía continuamente a las víctimas que sus pagos llegarían la próxima semana o el próximo mes, alegando que la inversión se pagaría pronto ‘100 %’, ‘¡¡Garantizado!!’”, señalan los fiscales.
Cuando los defraudados le dijeron que ya habían descubierto su mentira, Cirillo les amenazó. Esto fue lo que le dijo a un tercero en julio de 2019 al escuchar que alguien quería demandarlo: “Que se busque un abogado y mire lo que pasa, OK. Quiere crearme (se oculta la grosería) problemas, le costaré un millón de dólares en honorarios de abogados. Dile que yo dije eso. O siempre podría optar por ir a un (grosería) agujero en el (grosería) desierto. Dile que me ponga a prueba”.
La Fiscalía asegura que después de que KMEX publicó un reportaje titulado ‘La pirámide del fraude’ en 2019 y otro de seguimiento en 2020, Cirillo fue advertido por sus víctimas que lo denunciarían a las autoridades y esta fue su respuesta: “No soy un ladrón, vete a la mierda, ve con los federales mejor, pero hazlo mañana, te atenderán tan rápido que tu cabeza dará vueltas”.
Antes de acudir a una reunión en la que hablaría con inversionistas para decirles cómo les devolvería su dinero, algo que jamás hizo, trató de intimidar a uno de los denunciantes enviándole un mensaje de texto que incluía la foto de su casa. Esa imagen fue encontrada al registrar su domicilio.
“Me tengo que operar en México”
Entre los más de 100 defraudados, unos 25 perdieron todos sus ahorros, según el gobierno.
Por ejemplo, una víctima identificada con las iniciales ‘MZ’ le entregó los 20,000 dólares con los que pensaba retirarse. Aunque le prometió un reembolso, luego dejó de responder el teléfono.
Otra persona le imploró el 19 de julio de 2019 que le devolviera su dinero en un mensaje de texto que decía: “Con todo ese dinero podría haber hecho muchas cosas por mi familia y en especial a mi mamá. No tienes idea de lo mucho que necesito mi dinero".
Un día antes, alguien le escribió algo similar: “Realmente espero buenas noticias, la abuela de Nadia… está en el hospital y no está bien. Me gustaría ayudar si pudiera”.
El 23 de junio de 2019, una víctima le contó que lo pasaba mal tratando de conmoverlo. “Solo quiero que sepa que estoy muy mal económicamente y que necesito mi dinero lo antes posible. Tengo a mi esposa y a mi papá enfermos. Me tengo que operar en México.”
Las súplicas no lograron nada. De hecho, Cirillo siguió estafando a otros. En marzo y abril de 2021 se hizo pasar por el nieto de una víctima, un anciano que el gobierno identifica por las iniciales ‘DQ’, para hacerle creer que la Policía de Sacramento lo había arrestado por posesión de droga. Así obtuvo casi 400,000 dólares para pagar la “fianza”. Ese dinero lo usó para gastos personales, afirma la Fiscalía.
También engañó al fisco. En su declaración de impuestos de 2017 afirmó que su ingreso fue de 30,985 dólares, lo cual ocultó casi $2 millones que obtuvo por su esquema Ponzi. El IRS alega que también mintió en sus reportes de 2015 y 2016. La pérdida tributaria total fue de 675,000 dólares.
El gobierno está pidiendo que le confisquen tres vehículos: los dos que compró con este engaño y un Mercedes Benz 2012. Además, exige que le incauten lo que haya en tres cuentas bancarias. Parece que no hay más de dónde sacarle dinero: el FBI solo encontró 5,860 dólares en efectivo en su casa.