Quien quiso salvar Dilma Rousseff de su destitución se retracta ahora en una carta

Quien por la mañana se erigía como el salvador de Dilma Rousseff, al cabo de pocas horas se unió a sus verdugos. El presidente interino de la Cámara de Diputados de Brasil, Waldir Maranhao, reculó en su decisión de anular la votación sobre el juicio de destitución contra la presidenta, después de que el Senado decidiera ignorar la sorpresiva medida.
En un escueto comunicado difundido el martes de madrugada, Maranhao expresó que "revocaba la decisión" tomada más temprano de anular la sesión del 17 de abril, en la que la cámara baja aprobó por arrolladora mayoría el impeachment contra la mandataria de izquierda, según los principales sitios de noticias de Brasil.
La carta es una mera formalidad. El jefe del Senado, Renan Calheiros, ya había decidido que el procedimiento de destitución de Rousseff por maquillaje de las cuentas públicas seguirá el curso previsto en el pleno de la cámara alta este miércoles.
"No cabe al presidente del Senado decidir si el proceso es justo o injusto", dijo Calheiros en la plenaria. "Aceptar esa broma con la democracia me dejaría personalmente comprometido con el atraso del proceso", aseguró.
La decisión anterior de Maranhao se basaba en el "prejuzgamiento" y "ofensa al amplio derecho de defensa" de la presidenta brasileña.
"Por esas razones, anulé la sesión realizada los días 15, 16 y 17 (de abril) y determiné que se realice una nueva sesión para deliberar sobre la materia", explicó el diputado en un documento distribuido por la presidencia de la Cámara.
Maranhao defendía los argumentos de la Abogacía General del Estado en los que se expone los "vicios que declaran nula de pleno de derecho" la sesión del 17 de abril donde 367 diputados (de 513) aprobaron iniciar el proceso de destitución.
Pero en el último comunicado, donde avala el proceso de impeachment, echa por tierra todos los argumentos anteriores, sin ofrecer mayores explicaciones.
El actual presidente interino de la Cámara de Diputados llegó a este cargo después de la suspensión de Eduardo Cuhna por la Corte Suprema la semana pasada por su implicación en el escándalo de corrupción de la compañía petrolera estatal Petrobras.
Se da la circunstancia que Maranhao también está siendo investigado por la justicia brasileña.
Con esta iniciativa ha quedado en el aire la votación en el Senado con la que debía decidir se finalmente se abre el juicio para destituir a Dilma Rousseff.
La decisión final depende del presidente del Senado, Renan Calheiros, que puede acatar la decisión de su homólogo de la Cámara, ignorarla o esperar al Supremo, informó el colaborador de Univision Noticias, Luis Tejero.
"La decisión puede atrasar el proceso o quedarse apenas en un intento de anulación. Dilma tiene los días contados en el Palacio de Planalto", asegura Tejero.
Si finalmente el pleno de esta cámara decide por mayoría simple (81 votos) abrir el proceso, la presidenta sería apartada de su cargo por unos seis meses, mientras se esté realizando el juicio. Durante este tiempo sería sustituida por el vicepresidente Michel Temer.
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