Los cajeros automáticos de Nueva York están llenos de bacterias, moho y parásitos

Cuando retiramos dinero de un cajero automático en Nueva York, estamos metiendo los dedos en un microbioma tan diverso como la propia ciudad. Restos de piel humana, moluscos y pescado, productos horneados podridos, y rastros de superficies del hogar, como televisores, muebles del baño, y almohadas: todas estas son las cosas que los científicos han encontrado acechando entre los botones de los cajeros automáticos de Nueva York.
Bastantes cosas desagradables se han escrito sobre los microorganismos que pueblan todo el sistema de metro de la ciudad. Investigadores de la Universidad de Nueva York quisieron realizar una investigación similar en cajeros automáticos, porque —con todos los dedos mugrosos que los usan— en ellos evolucionan mundos de microbios igualmente fascinantes.
"Las superficies de los cajeros automáticos... son interesantes tanto desde el punto de vista de la biodiversidad como de la salud pública", escriben los investigadores en la revista mSphere. Se enfocaron en máquinas en vecindarios con distintos grupos demográficos a fin de aprender más sobre la diversidad de los microbios en esas zonas, "haciendo de esta manera una contribución singular al creciente cúmulo de trabajo que se enfoca en el 'microbioma urbano'".

Los investigadores detectaron Oligohymenophorea, un tipo de protista asociado con el suelo y el agua, en los cajeros automáticos de Nueva York. (BIODIDAC)
Tomaron muestras de cajeros automáticos en Manhattan, Brooklyn y Queens y secuenciaron las muestras. Como era de esperar, lo más frecuente que observaron fueron las bacterias que viven en la piel humana. En menor grado, encontraron comunidades de hongos, organismos "generalmente asociados con el tracto intestinal" y especies relacionadas con el parásito Trichomonas vaginalis (que puede causar tricomoniasis, una enfermedad común de transmisión sexual).
En un cajero automático cerca de Brighton Beach, detectaron Toxoplasma, el agente causante de la enfermedad infecciosa de la Toxoplasmosis, que a veces tiene síntomas similares a la gripe (no entres en pánico todavía: la investigación no determinó cuántos de estos microbios estaban aún activos cuando se tomaron las muestras y es posible que muchos de ellos se encontraban en cantidades tan pequeñas que no serían perjudiciales).
Aunque no surgieron grandes patrones, los investigadores registraron algunas "ecos moleculares" posiblemente relacionados con la geografía de la comida. Los microorganismos asociados con moluscos y peces óseos predominaron en los vecindarios asiáticos en Flushing y en el Barrio Chino de Manhattan. Rastros de microbios vinculados con pollo aparecieron más en una comunidad predominantemente negra de Harlem. Y los cajeros automáticos en barrios predominantemente blancos estaban engalanados con Xeromyces bisporus, un moho asociado con el "deterioro de los alimentos ricos en azúcar, como pasteles y dulces".
Aun así, la diversidad de los microbios entre las diferentes ubicaciones fue relativamente pequeña, un hallazgo que la Sociedad Americana de Microbiología, dice que podría ser el resultado de "la limpieza periódica de las máquinas, lo cual eliminaría algunos de los microbios, así como el uso de cajeros automáticos por parte de turistas, viajeros de otros lugares" y otros factores.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.