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CityLab Política

El más cruel de los recortes de Trump al presupuesto de vivienda

La Casa Blanca propuso disminuir los dineros del Departamento de Vivienda en más de un 13%. Entre las víctimas de esto está un fondo dedicado exclusivamente a las familias más vulnerables de Estados Unidos.
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24 May 2017 – 10:02 AM EDT
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El presidente Trump con Ben Carson, secretario de Vivienda, y encargado de estas políticas en el gobierno. Crédito: Michael Reynolds/Getty Images

El Fondo Fiduciario para Viviendas es uno de los únicos programas de protección social creados en una generación. Fue lanzado por el proyecto de ley que el presidente George W. Bush promulgó en 2008 para intentar rescatar Fannie Mae y Freddie Mac de la crisis de las hipotecas de alto riesgo. El fondo fue diseñado para crear y preservar viviendas asequibles para familias con necesidades extremas, pero sólo recientemente fue puesto en marcha. Cuando la crisis financiera amenazó con convertirse en una catástrofe mundial en el año 2008, el Fondo Fiduciario para Viviendas quedó suspendido hasta hace dos años.

Pero en abril de 2016, el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) anunció que el Fondo Fiduciario para Viviendas finalmente estaba totalmente operativo. Su primer tramo de financiación, de 174 millones de dólares, atendería a familias de ingresos muy bajos y extremadamente bajos, familias vulnerables que tienen dificultades para permanecer en los hogares. Los fondos se distribuirían a las agencias de vivienda en todo el país, como una subvención global con ciertos mandatos acerca de cómo y dónde se necesitaba gastar el dinero.

El Fondo Fiduciario para Viviendas es una bendición para las familias vulnerables. Pero es poco probable que pueda sobrevivir a su primer encuentro con la nueva istración republicana: en el presupuesto federal de 2018 publicado el martes, la istración Trump reduce a cero los fondos para el Fondo Fiduciario para Viviendas, eliminando uno de los pocos mecanismos para establecer y mantener la vivienda sumamente asequible.

El presupuesto del presidente Trump incluye recortes al HUD de más de un 13%. Elimina totalmente el programa de Subvenciones Globales para el Desarrollo Comunitario y miles de millones de dólares en asistencia para la vivienda. Pero perder el Fondo Fiduciario para Viviendas sería particularmente punitivo, dada la forma en que el fondo se financia, la pequeña cantidad de dinero en cuestión y, sobre todo, la situación desesperada de las familias que este fondo atiende.

He aquí cómo funciona el Fondo Fiduciario para Viviendas: la Ley de Vivienda y Recuperación Económica de 2008 autorizó una fuente de financiamiento dedicada para nuevas viviendas sumamente asequibles. Asignó 4.2 puntos base (ó 0.042%) de los nuevos negocios de Fannie Mae y Freddie Mac para que fueran reservados para el Fondo Fiduciario para Viviendas (esta reserva también financia una partida de revitalización comunitaria llamada el Fondo de Atracción de Capitales, eliminado también por el presupuesto de Trump). En septiembre de 2008, conforme se deterioraba la economía y ambas empresas patrocinadas por el gobierno se colocaban bajo la tutela de la Federal Housing Finance Agency, la agencia paralizó las reservas para el Fondo Fiduciario para Viviendas durante 2014.

El ex secretario del HUD Julián Castro anunció el pasado mes de abril que la venta de casas a lo largo de 2015 había generado 174 millones de dólares para el Fondo Fiduciario para Viviendas. Divididos entre 50 estados, territorios estadounidenses y el Distrito de Columbia, esto significaba una pequeña partida para la mayoría: aproximadamente 3 millones de dólares por estado en promedio. Las ventas de casas fueron incluso mayores en 2016, lo que significa más recursos para el fondo en 2017. La istración Trump eliminó 194 millones de dólares en asignaciones para el Fondo Fiduciario para Viviendas para el año fiscal 2018, reflejo del aumento de los niveles previstos de financiación.

El Fondo Fiduciario para Viviendas no es ni remotamente suficiente para resolver el problema creciente de las necesidades extremas de vivienda. Pero era una fuente de financiación flexible, impulsada por los socios locales para ayudar a las familias con pocas o ningunas opciones: ancianos de bajos ingresos, familias con discapacidad, comunidades de indígenas con opciones de vivienda deficientes y otras poblaciones vulnerables. En muchas comunidades, servía como una fuente de financiación complementaria para crear viviendas más sumamente asequibles en desarrollos incluyentes. El número de familias que enfrentan necesidades extremas se disparó como resultado de la Gran Recesión, aumentando de 5.9 millones de inquilinos en 2007 a 8.5 millones de inquilinos en 2011, según el HUD.

Éste es el truco verdaderamente malvado en el presupuesto de vivienda de Trump: propone crecientes ahorros de costos con el tiempo mediante la eliminación del Fondo Fiduciario para Viviendas. Desde que el fondo está vinculado a la venta de casas, el crecimiento de los ahorros significa que la istración Trump predice un mercado de vivienda absolutamente próspero. Por ejemplo, el presupuesto de Trump sugiere un ahorro de 177 millones de dólares en 2020 mediante la eliminación del Fondo Fiduciario para Viviendas y el Fondo de Atracción de Capitales. Esto significa que la reserva de las ventas de casas habría generado, en caso contrario, 177 millones de dólares para ese año. En 2021, esa cifra se eleva a 247 millones de dólares. En 2022, es de 321 millones de dólares.

En otras palabras, Trump está sugiriendo un crecimiento de dos dígitos en las ventas de casas, año tras año, durante los próximos años. En 2027, los ahorros en costos por eliminar el Fondo Fiduciario para Viviendas y el Fondo de Atracción de Capitales llegan a los 378 millones de dólares. Ése es dinero que el gobierno podría haber dedicado, por ejemplo, al apoyo permanente de la vivienda para personas con SIDA o las familias que sólo ganan un 30% del ingreso promedio del área. Aquí entra el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, quien dice que el crecimiento económico futuro será tan profundo — 2 billones de dólares a lo largo de 10 años— que los próximos recortes tributarios se pagarán por sí solos.

Los ahorros del Fondo Fiduciario para la Vivienda serán redirigidos hacia los recortes tributarios para los estadounidenses más adinerados. En particular, esas asignaciones para el Fondo Fiduciario para Viviendas podrían no haberse materializado nunca. El mercado de la vivienda podría caer en picada, la reforma de las empresas patrocinadas por el gobierno podría colapsar, el fondo podría ser suspendido de nuevo. Sin duda, los recortes tributarios serán muy reales si el congreso republicano acata el plan de Trump. Serán financiados en parte a costa de las familias más desfavorecidas de Estados Unidos.

Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.

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