El telescopio Webb capta en Júpiter un impresionante fenómeno atmosférico
Astrónomos, apoyados en el telescópio James Webb, detectaron una corriente en chorro mucho más rápida que un huracán categoría 5 en la estatósfera inferior del planeta Júpiter, un fenómeno que, hasta ahora, no había podido ser captado.
La corriente en chorro se encontró en una capa atmosférica situada sobre el ecuador del planeta a unas 24 millas por encima de las nubes, cuenta con casi 3,000 millas de ancho y se mueve a 320 millas por hora.
El fenómeno pudo registrarse gracias a la cámara infraroja del Webb, también conocida como NIRCam, que utiliza una serie de cuatro filtros para detectar los cambios de atmósfera del planeta.
Las imágenes se fueron registrando con 10 horas de intervalo, según dio a conocer un estudio publicado en la revista académica Nature Astronomy.
Uno de los primeros objetivos observados por el Webb fue el planeta Júpiter. Con su ‘mirada’ infraroja, el telescopio echó un vistazo en julio de 2022 al planeta gaseoso para captar imágenes que asombraron a los astrónomos.
La luz infraroja es invisible para el hombre
Para el ojo humano, la luz infrarroja es invisible. Gracias a la tecnología del telescopio Webb se han utilizado durante el último año para detectar muchas características celestes recién observadas, como megacúmulos de estrellas jóvenes y parejas inesperadas de objetos similares a planetas.
Las nuevas imágenes permiten observar las interacciones dinámicas dentro de la atmósfera tormentosa de Júpiter.
En un comunicado, Ricardo Hueso, autor principal del estudio publicado el pasado 19 de octubre en Nature Astronomy, aseguró que "es algo que nos sorprendió totalmente". Hueso es profesor de física en la Universidad del País Vasco en Bilbao, España.
"Lo que siempre hemos visto como brumas borrosas en la atmósfera de Júpiter ahora aparecen como rasgos nítidos que podemos rastrear junto con la rápida rotación del planeta", comentó.
Los investigadores compararon los vientos detectados por Webb a grandes alturas con los de las capas inferiores captados por otro telescopio, el Hubble.
Los dos telescopios participaron para detectar la corriente en chorro de Júpiter, ambos proporcionaron una visión más amplia de la compleja atmósfera y de los procesos que tienen lugar dentro de las capas. Webb detectó pequeñas nubes y el Hubble proporcionó una visión de la atmósfera ecuatorial.
"Sabíamos que las diferentes longitudes de onda de Webb y Hubble revelarían la estructura tridimensional de las nubes de tormenta, pero también pudimos utilizar el momento en el que se generaron los datos para ver qué tan rápido se desarrollan las tormentas", dijo en el comunicado Michael Wong, científico planetario de la Universidad de California, Berkeley, y quien dirigió las observaciones asociadas del Hubble.
"Es sorprendente para mí que, después de años de rastrear las nubes y los vientos de Júpiter desde numerosos observatorios, todavía tengamos más que aprender sobre Júpiter, y características como este chorro permanecían ocultas a la vista, hasta que se tomaron estas nuevas imágenes NIRCam en 2022", aseveró por su parte Leigh Fletcher, profesora de ciencia planetaria en la Universidad de Leicester en el Reino Unido y coautora del estudio.
Se espera que la observaciones futuras que lleve a cabo el telescopio Webb puedan revelar más información sobre la corriente en chorro, por ejemplo si su velocidad y altitud cambian con el tiempo, entre otras cosas.
“Júpiter tiene un patrón complicado pero repetible de vientos y temperaturas en su estratosfera ecuatorial, muy por encima de los vientos en las nubes y las brumas medidas en estas longitudes de onda”, sostuvo Fletcher.
“Si la fuerza de este nuevo chorro está conectada a este patrón estratosférico oscilante, podríamos esperar que el chorro varíe considerablemente en los próximos 2 a 4 años. Será realmente emocionante probar esta teoría en los próximos años”, añadió.
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