Abren primera academia de baile en Pilsen

Cuando Barbara San-Román llamó a Dianne Martínez para compartirle la idea de crear una academia de baile en Pilsen, la primera reacción de Martínez fue decirle: “Estás loca, pero sí”.
Las dos son maestras en el colegio Benito Juárez Community Academy en Pilsen donde dan clases, una de inglés y la otra de historia, y además son directoras de la compañía de danza de la escuela.
Tanto San-Román como Martínez veían la pasión de los estudiantes por seguir con su preparación. Lamentablemente, no había un lugar en este barrio localizado al suroeste de Chicago donde sus estudiantes pudieran tomar clases de baile.
“Pilsen es un barrio rico en cultura, pero no había academias de baile. Era algo que se necesitaba”, dijo San-Román. “Veíamos que los jóvenes tenían que tomar dos autobuses y un tren al norte o al loop si querían tomar clases y estas costaban entre $15 y $25”.
Para que su idea pudiera funcionar se dieron cuenta que tenía que ser accesible, no sólo en la cercanía sino también en el precio. En el barrio de Pilsen, donde de acuerdo con el censo del 2010 el 82% de la población es hispana, el ingreso promedio por casa es de $34,573 anuales.
Les tomó un año llegar a cumplir con su sueño. “En junio de 2014 empezamos con la idea y la compartíamos con la gente. Todos nos querían ayudar, se daban cuenta de que era necesario porque no existía algo así en la comunidad”, cuenta la maestra de S.
Gracias a donaciones y ayudas, tanto del colegio como de empresas locales, entre ellas la compañía de ropa “No Manches”, quienes hicieron una colecta para recaudar fondos, lograron ir dándole forma a Recycled Barre.
Parte del nombre viene de reciclar o darle un nuevo uso a las cosas. Las barras que utilizan en las clases son recicladas y el lugar donde operan es un espacio que no estaba siendo aprovechado en la escuela.
Finalmente, este estudio de baile y asociación sin fines de lucro, abrió sus puertas el pasado lunes 21 de septiembre con clases para niños y adultos y está localizado en el 1450-1510 de la W. Cermak. El precio de las clases es de $5 para estudiantes, maestros y padres de alumnos y $10 dólares para público en general. También tienen una serie de 12 semanas por $150.
Pero no por tener precio reducido, la atención no es alta calidad. Los ocho maestros de baile que trabajan ahí son profesionales, vienen de Collumbia College y de la Universidad de Loyola. De hecho, para poder dar clases en la institución tienen que tomar un entrenamiento de 12 semanas, sólo para entender la filosofía detrás de su concepto.
“Este no es un programa para después de la escuela, con la idea de que los niños no se metan en pandillas y no estén en las calles, esto es un programa de baile profesional, que tiene el mismo nivel que hay en las academias de baile del norte de la ciudad. Nuestros maestros son bailarines profesionales”, dice San-Román, quienes junto a Martínez esperan abrir pronto la segunda sucursal en el Firehouse Community Arts Center en Lawndale y seguirse expandiendo el concepto a más barrios.
“La idea es tener un espacio donde los que quieren bailar no se sienten intimidados. Es un sitio donde la gente puede caminar para ir una clase de baile, donde no se necesita mucho dinero para pagar y que pueden encontrar en su barrio”, dijo.