Exmagistrado de Daniel Ortega advierte sobre el peligro de una guerra civil en Nicaragua
Al exmagistrado y quien fuera comisario político del presidente Daniel Ortega en el sistema judicial, Rafael Solís, le preocupa que la crisis sociopolítica de Nicaragua pueda derivar en “una guerra civil”. Tras su sorpresiva renuncia a los cargos istrativos y políticos que ostentaba, el también exmilitante sandinista explicó en una entrevista con el periodista Jorge Ramos los temores que vislumbra ante la cerrazón de la pareja presidencial para buscar una solución pacífica al conflicto.
“Si no se reanuda el Dialogo Nacional en un plazo breve y la crisis económica se profundiza como se está profundizando, creo que cada vez más nos vamos acercando a una posibilidad que nadie quiere, pero que sí puede ser una realidad: una guerra civil”, advirtió Solís en el programa Al Punto donde este domingo se transmitirá la entrevista completa.
El gobierno de Ortega y su esposa, Rosario Murillo, han quemado todos los puentes de negociación, descalificando a los principales mediadores del conflicto: l os obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua. A contrapelo de la represión selectiva sostenida contra líderes sociales y periodistas en las últimas semanas y el desplome de la economía, el Ejecutivo sandinista proclama que la “normalidad” ha vuelto al país, pese al aislamiento nacional e internacional que padecen. La renuncia inesperada del magistrado Solís evidencia más la fractura de Nicaragua.
“Ojalá se dé la reanudación del diálogo. Que los mediadores que no solo sea la Conferencia Episcopal… pueden ser algunos países de la OEA (Organización de Estados Americanos). México se ofreció en estos días a ser mediador”, indicó Solís, en referencia al ofrecimiento del nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador de prestarse como garante para una posible negociación política, luego de ceder ante las fuertes críticas por su decisión de no inmiscuirse “en asuntos internos” de Nicaragua y Venezuela.
“También pueden ser países del Grupo de Lima. Pero el diálogo sí tiene que reanudarse a la mayor brevedad posible para salir de esta crisis. De lo contrario sí vislumbro una ola de violencia en el futuro y una situación mucho más grave”, agregó el exmagistrado.
“Relación se enfrió”
La renuncia y la denuncia de Solís ha sido todo un terremoto político para Ortega. Él era parte del círculo íntimo del poder, al punto que fue padrino de bodas en dos ocasiones de la pareja presidencial. Hasta la fecha, el gobierno no se ha referido a esta deserción política, la más fuerte en el sandinismo controlado por Ortega en las últimas dos décadas.
“Había una cercanía (con Ortega y Murillo) desde antes del año 79, que se mantuvo hasta los últimos años, cuando se fue enfriando la relación”, relató Solís en Al Punto. “Yo hacía propuestas pero no tenía respuestas. Aunque siempre mantuve la relación con ellos, cuando estalló la crisis en abril no tuve la oportunidad de conversar sobre los criterios que yo consideraba podían ayudar a resolver la crisis”, aseguró el exmagistrado.
Tras la renuncia del magistrado Solís se produjo la dimisión del Superintendente de Bancos, Víctor Urcuyo. Este 17 de enero también renunció otro magistrado del Poder Judicial: Carlos Aguerri Hurtado. Esta última dimisión ya fue conocida por el Parlamento, instancia que debe ratificarla. Sin embargo, el diputado Wilfredo Navarro, aliado del gobierno Ortega-Murillo, sostuvo que al hemiciclo Parlamentario no “ha llegado” la dimisión de Solís. Una muestra de cómo la deserción del padrino de bodas de la pareja presidencial no ha podido ser asimilada en el entorno oficialista.
“Fue un error permitir reelección”
Solís fue uno de los autores del fallo judicial que en 2009 permitió la reelección de Ortega a la presidencia, violando un candado constitucional bajo el argumento que la prohibición lesionaba “los derechos humanos y políticos del ciudadano Daniel Ortega”. Luego de su dimisión, el exmagistrado lanzó un mea culpa.
“La reelección de Ortega fue responsabilidad no solo mía. Fue de otros magistrados de la Corte también. En ese momento no encontramos que la reelección podía considerarse a periodos indefinidos. Eso fue lo que aprobó la sentencia de la Corte. Después vino la reforma de la Constitución que hizo la Asamblea Nacional, que la dejó indefinida”, dijo Solís a Jorge Ramos. “Si fue un error”, enfatizó.
El nuevo análisis de Solís apunta a que en Nicaragua, tomando los ciclos de violencia que ha tenido en su historia, la reelección no debería existir. “Asumo (el error) con responsabilidad. En una nueva Constitución Política hay que dejar prohibida para siempre la reelección”, propuso desde el exilio.
En el exilio
De acuerdo al Diario La Nación de Costa Rica, el exmagistrado se encuentra en ese país, desde donde publicó su carta de renuncia.
Empleados del Poder Judicial informaron a Univision Noticias que este 15 de enero (cinco días después de la renuncia de Solís), la oficina del exmagistrado fue allanada por policías y guardas seguridad. Sacaron todas sus pertenencias y documentos. Los empleados cercanos a Solís fueron despedidos bajo el señalamiento de “traidores”.
Solís le dijo a Jorge Ramos que era consiente de esas represalias por lo que decidió hacer pública su dimisión desde el exilio.
“Cuando uno toma estas decisiones, tiene cierto temor. Decidí irme porque quería hacer mi renuncia no alegando problemas de salud sino tratar de llamar a la reflexión al presidente. Los términos expresados hubieran provocado, en caso de haberme quedado en el país, una reacción de otra naturaleza”, aseguró Solís. “Al dejar de ser magistrado quedo como ciudadano común sujeto a medidas de cárcel u otra naturaleza. Por eso preferí hacerlo afuera. Pueden venir (ataques) de personas fanáticas, exaltadas del sector más radical del sandinismo que me vea como traidor. Lo importante era este llamado y evitar que haya más muertos en el futuro”.