Jair Bolsonaro (en la imagen en Río de Janeiro en 1988) nació en Campinas, en el estado de Sao Paulo, en 1955. Es un militar reservista y diputado federal de Brasil. Entró en la “gran política” en 1991 después de salir del Ejército amonestado por intentar planear un atentado para protestar por los bajos salarios de los soldados. Está en su séptimo mandato en la Cámara de Diputados, elegido por el Partido Progresista. Wikicommons
Su figura se popularizó por la irreverencia en sus discursos, llenos de racismo, apología a la violencia y el odio. "No te violo porque no lo mereces", “a los homosexuales no se les quiere, se les aguanta” y “las mujeres deben ganar menos porque se quedan embarazadas”, son algunas de las expresiones públicas extremistas y agresivas que ha utilizado en su vida política. Esta fotografía fue tomada en 1988. Wikicommons
En sus casi tres décadas como diputado pasó por ocho partidos diferentes, siempre fiel a la bancada parlamentaria formada por exmilitares y policías. Como diputado, se dio a conocer por sus elogios al periodo dictatorial y defender la tortura. En la fotografía, Bolsonaro saluda a un niño vestido de militar durante la campaña electoral en mayo de 2018, en Sao Paulo. Crédito: NELSON ALMEIDA/Getty Images
Hasta 2010, Bolsonaro era un
outsider en el Congreso. Durante los gobiernos de Lula da Silva (PT), se mantuvo en un segundo plano. Con la llegada de Dilma Rousseff al poder, sucesora de Lula, se creó una Comisión de la Verdad para dar a conocer las atrocidades de la dictadura. Esto provocó la ira de Bolsonaro quien rápidamente declaró la guerra al PT. En las elecciones generales de 2014, fue el diputado más votado del Estado de Río de Janeiro. Crédito: EVARISTO SA/Getty Images
La popularidad de Bolsonaro subía mientras la de los partidos tradicionales bajaba, acosados por los escándalos de corrupción. El PT de Lula fue relacionado con la operación Lava Jato y apartado del poder tras un polémico impeachment contra Dilma Rousseff. Las principales figuras de otros partidos también resultaron implicadas en casos de corrupción: el PSDB, de Aécio Neves, y el MDB, del presidente Michel Temer, que además dejó al país en la peor crisis económica de la última década. Crédito: HEULER ANDREY/Getty Images
El exmilitar se mantuvo ajeno a estos escándalos y, con los grandes partidos disminuidos, se postuló como el político
antiestablisment, limpio de corrupción y sin pelos en la lengua. Su discurso agresivo caló rápidamente en una sociedad indignada, polarizada, cansada de sus políticos tradicionales y ávida de de nuevos símbolos en los que confiar. Crédito: NACHO DOCE/Getty Images
El 6 de septiembre de 2018, durante un acto político en la ciudad de Juiz de Fora, en Minas Gerais, fue apuñalado en el abdomen. El candidato es padre de Carlos Bolsonaro, concejal en el municipio de Río de Janeiro, Flávio Bolsonaro, diputado del estado de Río de Janeiro, y de Eduardo Bolsonaro, diputado federal por el estado de Sao Paulo. Todos elegidos por el PSC, partido al que todos están afiliados actualmente. Crédito: Raysa Leite/Ap
En el ataque, Bolsonaro sufrió tres perforaciones en el intestino delgado y una lesión grave en el intestino grueso. Fue operado con éxito y continuó la campaña electoral. El ultraderechista quiere militarizar la educación, incorporar el estilo de las escuelas militares a la red pública y recuperar asignaturas heredadas de la dictadura como Educación, Moral y Cívica. Flavio Bolsonaro/Ap
En un país en el que mueren asesinadas 60,000 personas al año, Bolsonaro defiende acabar con el estatuto de desarmamento y seguir el modelo estadounidense para que “todos los brasileños puedan tener un arma con la que defenderse”. Propone endurecer las penas para el narcotráfico, castración química para los violadores y control de natalidad en las clases más pobres a través de ligaduras de trompas en mujeres y vasectomías en hombres. Crédito: MAURO PIMENTEL/Getty Images
Bolsonaro se proclama como el “salvador de Brasil” con un programa ultraconservador en las costumbres y ultraliberal en lo económico. Defiende un retorno a los valores tradicionales para combatir “los excesos de una izquierda que sólo ayuda a los vagos”, ha dicho en diversas ocasiones para referirse a las minorías representadas por el movimiento negro, el indígena, y colectivos feministas y LGBT. Grandes manifestaciones contra Bolsonaro han sido organizadas en todo el territorio brasileño. Protestan unidos por la consigna ‘Ele Nao’ ('Él no', en portugués). Crédito: NELSON ALMEIDA/Getty Images