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Ciencia y Tecnología

Hablar como la niña de El Exorcista es posible, según los expertos (y no necesitas estar poseído)

Publicado 6 Ago 2018 – 07:11 PM EDT | Actualizado 6 Ago 2018 – 07:11 PM EDT
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No hay tópico en el que la ciencia y la religión debatan tanto como lo que respecta a los exorcismos. Es por ello que el documental The Devil and Father Amorth de Netflix resulta tan interesante y estremecedor a la vez.

En este audoiovisual William Friedkin nos cuenta, a más de 40 años de haber dirigido The Exorcist (1973), sobre la vez que su viejo amigo, el padre Amorth —ya fallecido— le dejó presenciar un exorcismo real. Muy aparte de lo impactante que es la afirmación anterior, Friedkin tuvo la oportunidad de llevarse evidencia sonora para someterla a consulta con los expertos más escépticos.

Destaca el momento en el que Friedkinle muestra a varios neurólogos y psiquiátras una grabación del exorcismo. En el audio destaca que la "paciente" poseída del padre Amorth (Christina) habla "a dos voces", es decir se escucha su voz normal y una voz secundaria a la que cualquier inexperto atribuiría al demonio dentro de ella.

No obstante, los especialistas en salud consultados no muestran gran interés ni sorpresa, parece que dentro de su experiencia ya hubieran visto algo similar. A decir verdad, la ciencia ha reiterado en numerosas ocasiones que es posible hablar con dos tonos diferentes de voz.

La explicación según la Academia Estadounidense de Cirugía Otorrinolaringologa de Cabeza y Cuello (originalmente American Academy of Otolaryngology-Head and Neck Surgery) es simple al entender como funciona la voz.

Los sonidos que hacemos con la boca involucran dos procesos: el que produce el sonido y el que manipula ese sonido en algo específico. En el habla o canto las cuerdas vocales vibran produciendo ondas sonoras desde el aire que se exhala para hablar. Este proceso se logra gracias a la laringe y llega a alcanzar un espectro variado de frecuencias.

Ese espectro puede ser modificado con el uso de la lengua, dientes, labios y básicamente todas las cosas alrededor de boca y garganta. Además, el sonido puede ser en mayor parte manilpulado cuando se entrena correctamente el paladar. Al variar estos gestos puede producirse un efecto revernerante (abundante en ecos cuando el sonido abandona su emisor original).

Los llamados cantantes difónicos como Anna-Maria Hefele lo hacen todo el tiempo, mírala aquí en acción (la magia comienza a partir del 0:29):

Si la actuación de Hefele te parece muy discreta y no logras notar la diferencia, aquí tienes una intervención más explícita por parte de dos s anónimos (al menos en nuestro lado del mundo). No es algo para arrullarte, pero te resultará didáctico:

Probablemente profesionales con el oído entrenado y la habilidad de jugar con los ecos producidos por su laringe sean una mejor fuente para corroborar si en un audio se escucha a un colega difónico o un ser del inframundo.

En sus niveles más avanzados Hefele y otros profesionales del canto o la locución pueden variar el tono de la voz y la frecuencia de resonancia por separado. Es cierto que esta habilidad es usada en la actualidad primordialmente por profesionales de la música, pero no significa que no pueda ser utilizada por los simples mortales.

¿Qué opinas al respecto? Se requiere de mucho estudio y entrenamiento para convertirse en locutor o cantante difónico, pero es muy posible ¿Practicarás a partir de ahora para el próximo Halloween?

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