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Actualidad

Canadá podría aprobar un oleoducto que pone en peligro la existencia de las orcas

Publicado 22 Nov 2016 – 10:18 AM EST | Actualizado 26 Mar 2018 – 10:34 AM EDT
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El hábitat de las orcas asesinas en Canadá es muy frágil, la especie se encuentra en peligro de extinción y ahora los activistas están sumamente preocupados ante la posibilidad de que Canadá apruebe el plan de crear oleoductos en el país.

Los ambientalistas esperan que el Primer Ministro, Justin Trudeau, rechace la expansión de Trans-Mountain, un oleoducto de 5 mil millones de dólares, que transportará petróleo desde las arenas bituminosas de Alberta a la costa de Columbia Británica para su exportación a mercados extranjeros.

El Ministro y su gabinete tienen hasta el 19 de diciembre para tomar la decisión final acerca de aprobar el proyecto Trans-Mountain, de la empresa de infraestructura energética, Kinder Morgan, de Houston, Texas.

Con el oleoducto se transportaría casi el triple de la cantidad de bitumen diluido (un extracto de petróleo) a la terminal de Westbridge en Burnaby, al este de Vancouver. Se pasaría de 300.000 a 890.000 barriles diarios, creando un aumento casi seis veces mayor en más de 420 buques por año.

El petróleo crudo tiene un impacto mucho mayor en ambientes marinos que los productos de gasolina refinados y es más grueso y más pesado, por lo que no se evapora fácilmente.

En consecuencia al derrame de Exxon Valdez, en Alaska, una población de orcas perdió la mayor parte de sus en edad reproductiva, y ahora se dirige hacia la extinción sin posibilidades de revertirlo. Algo que podría suceder en Canadá.

Peligro para las orcas

Quienes se oponen al proyecto sostienen que el tráfico de envío adicional aumentaría las posibilidades de derrames de petróleo en el hábitat estacional de la población de orcas que residen en el sur de Australia.

Según Misty MacDuffee, de la Fundación Raincoast Conservation, la aprobación del proyecto implicaría un 50% de posibilidades de extinción para las orcas. 

Como muchos otros activistas, MacDuffee, sostiene que el aumento de ruido de los motores de los buques y hélices, interfieren con la capacidad de las orcas y otras especies marinas para comunicarse, navegar y atrapar a sus presas.

El ruido de los barcos también disminuye el espacio acústico de las orcas. Estos animales son cazadores cooperativos que se comunican constantemente para encontrar sus presas, y para localizarse para el apareamiento y la socialización.

Sus llamadas pueden escucharse en un rango de 19 kilómetros en aguas libres de contaminación acústica, pero el tráfico marino puede reducir ese rango hasta un 75% según los activistas.

Las principales amenazas de la especie

De acuerdo a la estrategia de recuperación de las orcas del gobierno canadiense de 2008, la especie enfrenta cuatro amenazas clave: la disminución de las poblaciones de salmón chinook, su presa favorita; la contaminación marina (incluidos los derrames de petróleo del tráfico de cisternas); la degradación de su hábitat y la contaminación acústica de los buques.

La compañía Kinder Morgan, a cargo del proyecto del oleoducto, destaca el financiamiento para la investigación de orcas y la inversión de 110 millones de dólares en respuesta del derrame marino de la región.

MacDuffe y un grupo de activistas demandan y sostienen que el reporte realizado por la Junta Nacional de Energía, que apoya el proyecto del oleoducto, es irresponsable e ilegal. 

Según los ambientalistas, el informe falló en mitigar el daño causado por el ruido del tráfico de buques cisterna a las orcas asesinas residentes en el sur, y tampoco consideró otros impactos adversos de los tanques de petróleo, que pueden afectar el hábitat crítico y la disponibilidad de presas de las orcas.

Un tribunal federal todavía tiene que decidir si la demanda puede continuar o no, pero la principal preocupación de los ambientalistas es el futuro de las orcas.

Cada vez son más las especies en peligro de extinción en todo el mundo y lejos de solucionarlo, cada vez son más las medidas que tomamos para aumentar sus amenazas. ¿No deberíamos priorizar el cuidado de los hábitats naturales de las especies en vez de ponerlos en riesgo, contaminándolos por motivos económicos? ¿Hasta cuándo los humanos arruinaremos el futuro de cientos de especies?

Sin duda lo de Canadá nos invita a reflexionar sobre el tema, ya han habido casos similares en donde se ha probado que los derrames de petróleo traen consecuencias devastadoras para las especies marinas. ¿Lo seguiremos haciendo sin antes reflexionar sobre las consecuencias?

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