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Deportaciones

Un mexicano y dos cubanos en el grupo de inmigrantes deportados por Trump a Sudán del Sur, dice la Casa Blanca

Entre los deportados a Sudán del Sur hay tres ciudadanos de países latinoamericanos, informó la Casa Blanca. El director interino de ICE dijo que como sus gobiernos se negaron a recibirlos en el pasado, ahora eran expulsados a terceros países para evitar que fueran liberados en las calles de EEUU. Sin embargo, esta decisión enfrentó nuevamente al gobierno de Trump con las cortes federales.
Publicado 21 May 2025 – 03:48 PM EDT | Actualizado 21 May 2025 – 04:28 PM EDT
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Tres ciudadanos originarios de países de América Latina se encuentran entre los inmigrantes que fueron deportados este martes por el gobierno de Donald Trump desde Texas a Sudán del Sur. Son dos cubanos y un mexicano, según informó la Casa Blanca. El director interino del Servicio de Aduanas y Control Fronterizo (ICE), Todd Lyons, argumentó que los expulsaron a otro continente porque sus gobiernos se negaron a recibirlos en el pasado.

Los cubanos son José Manuel Rodríguez Quiñones y Enrique Arias Hierro. El primero, explica la Casa Blanca en su cuenta de X, había sido condenado por intento de asesinato, agresión, hurto y tráfico de cocaína. Dice que ICE lo arrestó el 30 de abril de 2025.

El segundo fue detenido por ICE en Florida el 2 de mayo de 2025. Asegura que había sido sentenciado por homicidio, robo armado, por hacerse pasar por un funcionario, secuestro y robo con arma.

En el grupo también fue deportado a Sudán del Sur un ciudadano de origen mexicano, pese a que Estados Unidos comparte frontera con ese país. En este caso, la Casa Blanca lo identificó como Jesús Muñoz Gutiérrez, quien fue arrestado por ICE el 12 de mayo de 2025 y quien había sido sentenciado a prisión de por vida por asesinato en segundo grado.

En su cuenta de X, la Casa Blanca detalló que en el grupo también se encontraba un ciudadano de Laos, uno de Burma, uno de Vietnam, uno de Sudán del Sur y uno más del que no se precisa nacionalidad.

La vocera del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Tricia McLaughlin, aseguró que "ningún país en la tierra quiso aceptarlos" por sus crímenes. "Los estamos removiendo de suelo estadounidense para que nunca más puedan herir a una víctima estadounidense".

Lyons dijo de todos los migrantes que sus países no quisieron aceptarlos de regreso y que por eso en el pasado fueron dejados en libertad en Estados Unidos. "Como un funcionario de carrera en el cumplimiento de las leyes con ICE, he lidiado con estos países recalcitrantes por años, teniendo que ver a homicidas y agresores sexuales, criminales violentos, ser liberados nuevamente en Estados Unidos porque sus países no los aceptarían", dijo al destacar que las reglas del juego cambiaron con la llegada de Trump al poder.

Sin embargo, la expulsión de estos ocho inmigrantes enfrentó de nuevo al gobierno de Trump con las cortes. Este miércoles el juez federal de Massachusetts, Brian E. Murphy, aseguró que con esta deportación se violó "incuestionablemente" una orden previa emitida por él mismo el mes pasado en la que le prohibía la expulsión de inmigrantes a terceros países sin que antes pudieran objetar su expulsión o argumentar por qué sus vidas podrían estar en peligro.

La decisión del juez ocurrió durante una audiencia en la corte de distrito de Boston, en la que se consideraba un recurso de emergencia introducido por abogados luego de que este grupo fuera deportado de forma acelerada a Sudán del Sur.

A mediados de abril, Murphy había dictaminado que las personas con órdenes de deportación debían tener "una oportunidad significativa" para explicar por qué esa medida podría exponerlos a un peligro inminente que justificaba su protección. En este caso, Murphy aseguró que se les dio poco menos de 24 horas para defenderse antes de que ocurriera la deportación.

Para McLaughlin, la decisión del juez es "absurda". La condenó al decir que busca interferir en la política exterior y de seguridad nacional del país.


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