Una abuela deberá cuidar de sus 12 nietos luego de que su hija muriera tras el parto
Patricia Pouncey está viviendo lo que asegura es la peor pesadilla de una madre: su hija, Nikita Washington, de 35 años, falleció horas después de dar a luz a su hijo número 12. Ahora, meses después de la tragedia, la abuela, que reside en Detroit, Michigan, ha asumido la titánica responsabilidad hacerse cargo de todos sus nietos.
Los hechos sucedieron en diciembre pasado, cuando Washington acudió sola al Hospital de la Universidad de Harper para dar a luz. Nadie más pudo acompañarla porque su esposo se encuentra preso y Patricia Pouncey se quedó cuidando a sus 11 nietos.
Durante todo el proceso, Washington mantuvo a su familia informada. Ella les informó que el personal médico notó que su presión arterial era alta y determinó que era mejor realizar una cesárea el 22 de diciembre.
Sin embargo, las horas pasaron y Washington ya no se comunicó con sus familiares, por lo que su hermana fue al hospital a visitarla, y fue entonces cuando se enteraron que, a pesar de que el bebé nació sano, Washington falleció debido a una sutura suelta que provocó un sangrado excesivo.
Cuando Pouncey recibió la noticia, se sintió devastada y deseó estar al lado de su hija durante el parto.
En una entrevista con CNN, la mujer compartió que la única información que le dio el Hospital de la Universidad de Harper fue el certificado de defunción de su hija.
“Tengo muchas preguntas en este momento”, dijo. "Me pregunto todo el tiempo, '¿Qué salió mal?'"
El hospital emitió un comunicado en el que envió las condolencias de su familia y señaló que el personal no puede divulgar ninguna información sobre la desafortunada muerte debido a las leyes médicas.
Pouncey ahora es responsable de sus 12 nietos desde el fallecimiento de su hija y busca alentar a todas las mujeres embarazadas a asegurarse de que nunca vayan solas a la sala de partos.
“Estoy preocupada por todas las madres. Nunca, nunca cometas el error que yo cometí, dejando que tu hijo fuera (al hospital) solo. Necesitamos prestar más atención a lo que está pasando”, dijo.
Pouncey asegura que se apoya en su fe para seguir adelante y criar a sus nietos, que tienen entre tres meses y 19 años. Y está agradecida por las donaciones que ayudaron a la familia a comprar una casa más grande y un vehículo confiable.
Además busca que su hija sea recordada como una persona dulce y generosa.
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