El químico presente en el combustible usado en los cohetes está en los alimentos que comemos
Una investigación de una organización para la defensa de los consumidores reveló la presencia “generalizada” de perclorato -un químico utilizado en el combustible de cohetes- en múltiples productos alimenticios.
El reporte difundido por la organización Consumer Reports indica que los niveles más altos de perclorato fueron detectados en alimentos populares entre bebés y niños. El perclorato además es usado en la elaboración de explosivos, municiones y misiles.
“Sin embargo, el problema sigue siendo en gran medida ignorado por los reguladores federales encargados de garantizar la seguridad de nuestro suministro de alimentos y agua”, dice el artículo.
La investigación agrega que, de acuerdo con sus análisis de diversos productos, el químico fue detectado en alrededor de 67% de las muestras.
Los niveles detectados fueron de poco más de 2 partes por mil millones, hasta 79 partes por mil millones.
Alertan por niveles generalizados en productos para bebés y niños
De acuerdo con el análisis, algunos de los alimentos para bebés y niños tenían los niveles más altos.
La organización indicó que la presencia del químico en estos productos es “preocupante” ya que los menores podrían rebasar fácilmente los niveles de consumo diario considerados seguros por autoridades federales.
Por ejemplo, la Agencia de Protección del Medio Ambiente en Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), indica un límite seguro de consumo diario de 0.7 microgramos por kilogramos de peso corporal.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentario (EFSA, por sus siglas en inglés), establece el límite diario en 0.3 microgramos por kilogramos de peso corporal.
“Para un niño de entre 1 y 2 años, una porción de macarrones con queso envasados que analizamos alcanzaría casi el 50 por ciento del límite de la EFSA”, dice el análisis.
Esto significa que una porción de cada uno de los alimentos podría resultar en un exceso en el consumo diario considerado como seguro para los menores.
“Una porción (normalmente alrededor de tres cuartos de taza) de pepinos, zanahorias baby y berza superaría cada una el 50 por ciento del límite diario de la EFSA para niños de entre 1 y 2 años”, dice el texto.
El reporte sostiene que aunque se desconoce por qué algunos alimentos tienen niveles más altos que otros del químico, esto podría deberse a que ciertos productos registran mayor presencia de perclorato debido al tipo de plástico de sus envases.
El director de pruebas de seguridad de productos de Consumer Reports, James E. Rogers, dijo en el artículo que aunque el perclorato puede ser nocivo para la salud, no debe causar “pánico” entre los padres de familia.
“Alimentar a sus hijos con una amplia variedad de alimentos saludables es la mejor manera de asegurarse de que obtengan los nutrientes que necesitan y de minimizar los efectos potencialmente nocivos de los contaminantes en los alimentos y el agua”, dijo el experto.
¿Qué puede ocasionar el perclorato al consumirlo en niveles excesivos?
De acuerdo con la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades federa (ATSDR, por sus siglas en inglés), el perclorato afecta la habilidad de la glándula tiroides para incorporar el yodo al organismo.
“El yodo es necesario para fabricar hormonas que regulan numerosas funciones del cuerpo después de ser liberadas a la sangre”, dice la agencia en su sitio oficial.
De acuerdo con la agencia, es posible que personas expuestas prolongadamente a cantidades altas de perclorato puedan desarrollar una glándula tiroides con baja actividad.
“Esta condición se llama hipotiroidismo. El grupo más sensible es el feto de mujeres embarazadas que pueden sufrir de hipotiroidismo o deficiencia de yodo”, establece la agencia.
Los niños pequeños tienen mayor probabilidad de ser afectados por perclorato que los adultos porque las hormonas tiroideas son esenciales para el crecimiento y desarrollo normales, dice el sitio web de la ATSDR.