Fernández se despide del poder con ironías contra Macri

La presidenta Cristina Fernández, la mujer más influyente de la política argentina, se despidió este miércoles del poder con un multitudinario acto en el cual no mostró arrepentimientos y dejó en evidencia su intención de convertirse en la líder de la oposición al futuro gobierno de Mauricio Macri.
Durante su discurso de una hora en una colmada Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno que ocupó como presidenta durante ocho años, Fernández también bromeó con que a la medianoche se convertirá en "calabaza" luego que un fallo judicial estableció que su mandato concluye a las cero horas del jueves en medio de la polémica con Macri por el traspaso del mando.
"Después de 12 años podemos mirar a los ojos de todos los argentinos", afirmó la mandataria, quien junto a su fallecido esposo y antecesor Néstor Kirchner (2003-2007) lideró el kirchnerismo, corriente de centroizquierda dentro del peronismo.
"Espero y le pido a Dios que dentro de cuatro años quien tiene la responsabilidad de conducir los destinos de la patria pueda decirle ante una plaza como esta que también puede mirarlos a los ojos", dijo la dirigente en alusión a su sucesor, un tecnócrata conservador.
"No puedo hablar mucho porque a las 12 me convierto en calabaza", ironizó Fernández, quien apeló al cuento de Cenicienta para expresar su disgusto por un fallo del miércoles de la justicia federal que dio por finalizado su mandato a la medianoche del jueves tras una medida cautelar solicitada por los abogados de Macri a raíz de la polémica por el traspaso de mando.
De acuerdo con la resolución judicial, el senador Federico Pinedo, designado presidente provisional del Senado, queda a cargo del Poder Ejecutivo durante 12 horas hasta que Macri jure como presidente ante la Asamblea Legislativa el jueves al mediodía.
La mandataria saliente y Macri no se pusieron de acuerdo sobre la ceremonia de entrega de bastón y de la banda presidencial, sobre la que no hay letra escrita. Fernández pretendía hacerlo en el Congreso, mientras que el deseo del presidente electo era recibir los atributos en la Casa de Gobierno.
A raíz de la presentación judicial, Fernández finalmente decidió no concurrir a la jura ni al traspaso de atributos presidenciales, en un hecho inédito en la historia de la democracia.
En tono desafiante para su sucesor, la presidenta sostuvo que si ella pudo gobernar "con todos los medios de comunicación en contra, con las principales corporaciones económicas y financieras, nacionales e internacionales, en contra" y con "tantos palos en la rueda y golpes destituyentes... ¡cuánto se puede hacer con todo a favor!".
Los miles de militantes kirchneristas, en su mayoría jóvenes, ubicados frente a un palco cubierto por una bandera argentina, lanzaron consignas contra Macri y duras advertencias "si la tocan a Cristina".