Tu bebé tiene un lenguaje secreto para comunicarse, ha estado frente a ti todo el tiempo
Los pequeños tienen su propia manera de decir lo que están pensando. El lenguaje corporal, las expresiones faciales y los sonidos (incluido el llanto) son los principales recursos con los que cuenta un bebé para comunicarse antes de que comience a hablar. Al ser su único medio de expresión, es muy importante que sepas cómo interpretar estos recursos.
Gracias a esas manifestaciones es posible saber su estado de ánimo, sus necesidades o en cuestiones más serias, reconocer la aparición de algún trastorno o desajuste que sea necesario atender. Pero, para ello, estas señales comunicativas deben ser interpretadas correctamente por los padres.
Si tu pequeño está en proceso de aprendizaje y está comenzando a usar el lenguaje corporal para comunicarse, te traemos una guía para que sepas cómo interpretar y estimular correctamente, sus movimientos, gestos y sonidos. Te aseguramos que una vez que leas esto, este proceso será mucho más fácil para ambos.
Expresiones faciales y vocales
Tal como lo apunta la Guía de la expresión del bebé, realizada por especialistas en psicología de la Universidad de Valencia y la Universidad de Murcia, saber identificar las emociones y necesidades del pequeño “puede ayudar a mantener el bienestar y la salud del infante, así como mejorar la relación entre padres e hijo”, aseguran.
De acuerdo con Andrea Díaz Mendoza, psicóloga y especialista en comportamiento infantil, estas expresiones tienen como finalidad que el pequeño pueda utilizar su cuerpo para manifestar sus sentimientos y necesidades. Por ejemplo, al señalar tiene la intención de mostrarte algo o pedirte un objeto, mientras que con el llanto, trata de expresar algún malestar.
La especialista afirma que conforme el pequeño vaya creciendo, estas actividades comenzarán a volverse más recurrentes en su rutina lo que, inevitablemente, los convertirá en símbolos o expresiones comunicativas que con el tiempo, adquirirán un significado propio.
Esto no solo se limita al lenguaje, sino que también se relaciona con la corporalidad y el movimiento. Acciones como patear, abrir y cerrar las manos, y la expresión de su rostro, pueden ser pistas con las que tu bebé pretende expresar cómo se siente y cuáles son sus necesidades.
Interpretar y estimular
Usualmente, este tipo de expresiones suelen desarrollarse después de los tres meses de nacido; fecha en la que el pequeño comienza a desarrollar un vínculo cognitivo entre los objetos y sonidos que lo rodean, así como las voces y rostros que le resultan familiares.
Cada bebé es distinto, por lo tanto, para poder interpretar sus gestos y acciones es importante que estés sumamente atenta a su comportamiento. Esto te dará la oportunidad de identificar más fácilmente, los patrones de conducta que repite con mayor regularidad.
Ana Isabel Fraga Sánchez, autora de El arte de susurrar a los bebés, argumenta que aquellos padres que aprenden a interpretar de forma correcta las señales de su bebé, podrían anticiparse y evitar episodios de llanto o angustia innecesarios.
Es evidente que, al ser algo tan natural y cambiante, no existe un manual para identificar y nombrar cada comportamiento o gesto. Más allá de ser una cuestión psicológica o médica, se trata de instinto y conocimiento.
En ocasiones, los bebés emiten señales fáciles de entender o, simplemente, los padres tienen un estupendo sentido de la observación e intuición. La clave se encuentra en estar atentos a estas señales y a los pequeños quieren comunicar.
Una forma de estimular que se expresen y empiecen a adoptar estos movimientos, sonidos y señales es respondiendo a ellas. De esta forma, el pequeño logrará su cometido de recibir atención y sabrá qué funcionan, por lo tanto, es probable que las utilice la próxima vez que tenga una petición.
Trata de permanecer atenta y de identificar sus gestos y señales, esto te ayudará a construir una relación mucho más fuerte y cálida con tu bebé, además de mejorar la forma que tienen de comunicarse.
Por último, recuerda que cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, por lo que debes estar consciente de que tu hijo puede presentar este tipo de señales o movimientos, un poco antes o después que otro bebé de la misma edad.
Sé paciente y espera a que tu pequeño empiece a comunicarse contigo, una vez que logres entenderlo e interpretar sus mensajes, te aseguramos que su relación mejorará y que se reforzarán los lazos de cariño y amor que los mantienen unidos.
Y tú ¿cómo logras comunicarte con tu bebé? Cuéntanos en los comentarios.
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