México extradita a dos acusados de asesinar a Jaime Zapata, agente de ICE
WASHINGTON - Dos mexicanos acusados del asesinato del agente de la Oficina de Inmigración y Aduanas ( ICE), Jaime Zapata, fueron extraditados a Estados Unidos, donde hoy tuvieron su primera presentación judicial, informó el Departamento de Justicia.
Los acusados Jesús Iván Quezada Piña, alias “Loco”, y Alfredo Gastón Mendoza Hernández, alias “Camarón”, ambos originarios de San Luis Potosí, fueron acusados del asesinato, ocurrido el 15 de febrero del 2011, en el que además resultó herido el agente de ICE, Víctor Ávila.
Quezada Piña y Mendoza Hernández fueron acusados de cuatro cargos criminales: asesinato de un agente estadunidense, intento de asesinato, homicidio de una persona protegida, así como portación y uso de armas de fuego, por los sucesos ocurridos en el estado mexicano de San Luis Potosí.
El encausamiento criminal contra los dos mexicanos fue revelado durante su instrucción de cargos ante el magistrado Royce Lamberth, de la Corte del Distrito de Columbia. El juez Lamberth determinó que Quezada Piña y Mendoza Hernández permanezcan encarcelados sin derecho a fianza.
Segundo agente asesinado en casi tres décadas
Jaime Zapata es el primer miembro de una agencia de seguridad de Estados Unidos que muere a manos de delincuentes en México desde que Enrique "Kiki" Camarena, agente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), fue asesinado en 1985 provocando fuertes fricciones en la relación entre ambos países.
El ataque contra los dos a gentes del ICE se produjo en San Luis Potosí, en una zona del país con fuerte presencia del grupo narcotraficante Los Zetas, que libran una cruenta lucha con el cártel del Golfo y que según congresistas estadounidenses estaría implicado en el ataque.
Ambos agentes estaban acreditados como agentes especiales del ICE en la embajada de Estados Unidos.
¿Operativo irresponsable?
Tras el incidente que atrajo una larga y profunda investigación, legisladores republicanos calificaron de “irresponsables” a las agencias policiales de Estados Unidos por usar tácticas similares a las del Operativo Rápido y Furioso y traficar armas que fueron usadas en el asesinato del agente Zapata en México.
El senador Charles Grassley de Iowa y el representante Darrell Issa de California, señalaron en un carta enviada al procurador Eric Holder en el 2011, que el caso mostró una inadecuada supervisión de las armas bajo monitoreo.
“La ausencia de vigilancia sobre individuos que se sabía traficaban armas a México fue el problema central de las tácticas usadas en ‘Rápido y Furioso’… Las mismas tácticas irresponsables parecen haber sido usadas en este caso”, escribieron.
Y es que el arma utilizada en el asesinato había sido adquirida legalmente en una tienda de armas en Texas.
Hasta el momento, lo familiares de ambos agentes de ICE involucrados mantienen una demanda contra el gobierno de Estados Unidos.
Más acusados en el caso
Otros cuatro coacusados, Julián Zapata Espinoza, alias “Piolín”; Rubén Darío Venegas Rivera, alias “Catracho; José Ismael Nava Villagrán, alias “Cacho”; y Francisco Carbajal Flores, alias “Dálmata”, se declararon previamente culpables del intento de asesinato.
Los acusados aceptaron formar parte de un grupo de sicarios del cártel del narcotráfico Los Zetas y de haber participado en la emboscada que costó la vida al agente Jaime Zapata.
Otro coacusado, Juan Manuel Maldonado Amezcua, alias “El Safado”, fue extraditado a Estados Unidos en octubre pasado y aguarda un juicio en su contra.
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