Harry Potter: el mágico y tierno acto que Alan Rickman tuvo con un niño durante el rodaje
Tanto los libros como las películas de Harry Potter han logrado conquistar millones de corazones alrededor del mundo, al punto de que su popularidad es realmente inconmensurable. Cada uno de los personajes, sean malos o buenos, se han ganado un lugar en nuestra memoria, y Severus Snape es uno de ellos.
Tras la muerte del actor Alan Rickman, y a pesar de haber sucedido luego de finalizada la saga, quedó un vacío imposible de llenar y lo único que nos queda es homenajear a un actor tan talentoso recordando sus mejores momentos a lo largo de las ocho películas. Pero hay un detalle que hasta ahora no había sido revelado, y se trata de un gesto extremadamente dulce y conmovedor que el actor tuvo hacia un pequeño con cáncer.
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Un motivo más para irarlo
A pesar de que la saga esté cerrada, tanto en los libros como en la pantalla grande, el universo mágico es tan grande que siempre seguirán apareciendo nuevos detalles que sorprenderán a todos y cada uno de los fanáticos, así como también continuará sumando adeptos en las nuevas generaciones.
La productora Paula DuPré Pesmen reveló en una entrevista una anécdota que hasta ahora todos desconocíamos, y se remonta al rodaje de Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. La productora cuenta que durante la filmación de la cinta, organizaba visitas de niños y adolescentes con enfermedades terminales para que pudieran tener una experiencia única e inolvidable.
Pero ella destacó la historia de un chico en particular, llamado Jay, que quería poder participar del rodaje de la película y Rickman le hizo un regalo que segura jamás olvidará:
« Lo que realmente quería era participar en las películas, no solo la visita. Me dije "En realidad no podemos hacer esto". Entonces Alan llegó y se presentó ante Jay. Y Jay estaba muy emocionado por conocerlo. Estaba muy bien informado. Estaba a punto de cumplir los 15 y sabía mucho sobre las anteriores películas de Alan, y le contó que lo que realmente quería era aparecer en las películas.
Alan me miró a mí, con la clase de mirada como cuando estaba encarnando a Snape, y dijo "¿Por qué no está este niño en la película?". Y todo el mundo estalló en carcajadas en la sala. Todo el mundo estaba riéndose, y Alan lo tomó de la mano y lo puso en el grupo de niños en el que se iba a realizar un paneo. Apareció en la parte de atrás de ese vídeo rodado».
A pesar de que finalmente esa escena no quedara dentro de la película, el sueño del pequeño fue cumplido, además de tener la oportunidad de conocer a uno de sus ídolos, y seguramente se haya transformado en un recuerdo imposible de borrar del corazón de ese niño.
Este tipo de anécdotas demuestran que los actores son mucho más que eso que vemos en pantalla, y que a pesar de encarnar a personajes no tan amables, su corazón puede estar lleno de luz. Ojalá continúen saliendo a la luz historias como esta, que dejan bien en alto el legado de un actor como Rickman que no solo tuvo talento, sino también mucha bondad.