Posteriormente se fueron incorporando a las festividades de Halloween los péndulos, bolas de cristal, cristales de cuarzo, cartas de Tarot y otros símbolos adivinatorios asociados con el conocimiento de lo oculto que luego tendrían un renacer con el advenimiento de la llamada Nueva Era. Crédito: Getty Images
Su piel áspera y sus sonidos guturales fuertes –en el caso de las ranas toro que no son sapos, pero las incluían dentro de ese grupo- se asociaban con las fuerzas de los demonios y cuando se escuchaban o se veían a la entrada de las casas les echaban sal para espantarlos y así alejar la mala suerte de la casa. Crédito: Getty Images