{ "@context": "http://schema.org", "@type": "BreadcrumbList", "itemListElement": [ { "@type": "ListItem", "position": 1, "item": { "@id": "/explora", "name": "Explora" } } ] }
null: nullpx
Ciencia y Tecnología

¿Vivir con un gato puede provocar trastornos mentales? Esto dice la ciencia

Publicado 26 Feb 2017 – 07:00 PM EST | Actualizado 5 Abr 2018 – 01:47 PM EDT
Comparte

El año pasado,  varios estudios reportaron que la convivencia con un gato durante la niñez podría tener graves repercusiones sobre la salud mental de las personas. Además, también se señaló que las niñas y niños parecerían tener más probabilidades de sufrir enfermedades mentales graves, como la esquizofrenia y otras. 

Pero en esta instancia, un nuevo estudio realizado en la Universidad College London refuta esta teoría al demostrar exhaustivamente que haber vivido con un gato durante la infancia no ocasiona enfermedades mentales a futuro. 

Enfermedades mentales y gatos 

Un equipo de investigación científica de Inglaterra estudió a personas que nacieron y fueron criadas en hogares con gatos en distinto períodos, ya sea durante el embarazo, los primeros años o la niñez. Los resultados demostraron que estas personas no tienen mayores riesgos de sufrir de enfermedades psicóticas, principalmente entre las edades de 13 y 18 años.

El estudio abarcó a 5 mil niños y niñas nacidas entre 1991 y 1992 y los resultados contradicen los estudios anteriores, demostrando que la convivencia con gatos es segura en lo que refiere a la salud mental.

Toxoplasma gondii como responsable de las enfermedades mentales  

En los estudios anteriores, equipos de especialistas propusieron que estos efectos de vivir con gatos sobre la salud mental podrían ser el resultado del parásito Toxoplasma gondii, que en varias ocasiones ha sido vinculado con enfermedades mentales en animales.

Este parásito es uno de los más comunes en países en desarrollo y alrededor del 50 % de la población global estuvo expuesta o podría estar infectada con este parásito. El mismo puede ser transmitido al humano a partir de la materia fecal de gatos infectados, aunque también existe una vía de transmisión a través de los alimentos mal cocinados y vegetales mal lavados.

Asimismo, esto no significa que todos los gatos están infectados con este parásito ni que la convivencia podría generar una infección en los humanos. Y en lo que refiere a los estudios que apoyaron esta teoría, los resultados no son representativos, ya que el estudio en sí fue realizado en una porción muy poco representativa de la población. 

El sensacionalismo minimiza la gravedad de las enfermedades mentales 

El problema con estos estudios, que no generaron resultados confiables pero sí emocionantes e impresionantes titulares, es que minimizan la real amenaza de estas enfermedades. 

Las enfermedades mentales son la realidad de 450 millones de personas en el mundo. La gran mayoría condicionan la vida de estas personas, dificultando su inserción en la sociedad y en el ámbito laboral. Sin embargo, esta clase de estudios y conclusiones apresuradas, motivadas por el sensacionalismo, trivializan la compleja y dura realidad de las enfermedades mentales.

El parásito Toxoplasma gondii es una gran amenaza para todo animal y se deben tomar precauciones para evitar su transmisión. No obstante, no existe una relación entre tener gatos desde chicos y sufrir de enfermedades mentales a causa de este parásito.

Las enfermedades mentales muchas veces son consecuencia de factores fisiológicos y psicológicos, pero no surgen por convivir con gatos. Quizás con humanos sí, pero ese sería un estudio mucho más exhaustivo. 

Te recomendamos a continuación:

Comparte