{ "@context": "http://schema.org", "@type": "BreadcrumbList", "itemListElement": [ { "@type": "ListItem", "position": 1, "item": { "@id": "/explora", "name": "Explora" } } ] }
null: nullpx
Ciencia y Tecnología

Un solo gen puede diferenciar los sistemas inmunitarios europeos de los africanos

Publicado 15 Nov 2016 – 01:00 PM EST | Actualizado 5 Abr 2018 – 01:47 PM EDT
Comparte

Al parecer, existen diferencias entre los sistemas inmunitarios de las personas que viven en diferentes partes del mundo. Las probabilidades de desarrollar infecciones, enfermedades autoinmunitarias o inflamatorias, varía dependiendo del origen de nuestros ancestros.

Los sistemas inmunitarios de las personas de ascendencia africana y europea divergen, por ejemplo, debido a los diferentes desafíos de salud que cada población ha enfrentado históricamente.

¿Por qué se dan estas diferencias?

Dos nuevos estudios publicados en la revista Cell, permiten comprender mejor estas diferencias. Los investigadores revelaron que las personas de ascendencia africana generalmente muestran respuestas inmunitarias más fuertes que las europeas.

Algunas de estas variaciones se remontan a nivel genético a los protoeuropeos que se cruzaron con los neandertales, debilitando su sistema inmunitario.

El Homo sapiens abandonó África en algún lugar entre 100 mil y 60 mil años atrás y encontró una Europa ya colonizada por los Homo neanderthalensis.

Eventualmente, la cruza y las respuestas inmunitarias de los neandertales ayudaron a los humanos domésticos a adaptarse a su nuevo entorno. Algún tiempo después, alrededor de 40 mil años atrás, los neandertales desaparecieron de la Tierra. Hoy, el 20 % de la población mundial lleva genes de Neandertal dentro de ellos.

Los investigadores creen que como Europa tiene un clima más frío, una sutil respuesta inflamatoria era suficiente, mientras que los patógenos en África son más robustos, por lo que una respuesta inmune más rápida era necesaria para garantizar la supervivencia.

Si bien los sistemas inmunitarios africanos respondieron mejor a los patógenos, presentaban una desventaja, un riesgo más alto de enfermedades autoinmunitarias.

Estudiando las diferencias

Lluis Quintana-Murci, del Instituto Pasteur de París, dirigió uno de los estudios. Él y su equipo utilizaron la secuenciación de ARN para categorizar las células inmunitarias llamadas monocitos primarios, tomadas de 200 participantes, la mitad europeos y la otra mitad de ascendencia africana.

Los investigadores observaron cómo reaccionarían las células al encontrarse con ciertas bacterias o virus. Las diferencias en la actividad génica dentro de las células inmunes variaron ampliamente entre las poblaciones.

Quintana-Murci y sus colegas encontraron que los cambios en un solo gen, adoptado a partir de los neandertales, se convirtieron en parte integral del sistema inmunológico europeo moderno y cómo este responde a los patógenos.

Este descubrimiento ofrece evidencia sustancial relacionada con la selección de genes y la respuesta inmune. Ciertas variantes reguladoras también provienen de los neandertales, que los europeos adquirieron cuando los dos se cruzaron. Todo esto conduce a entender por qué el sistema inmunitario del caucásico responde de determinada forma a las infecciones virales.

Más investigaciones

Luis Barreiro, de la Universidad de Montreal, Canadá, fue el autor a cargo del otro estudio. Él y su equipo estudiaron cómo los sistemas inmunitarios africanos y europeos, en particular las células conocidas como macrófagos primarios, respondían a las bacterias vivas patógenas.

Utilizaron los macrófagos de 175 estadounidenses, 80 afroamericanos y 95 caucásicos. Cultivaron las células en placas y luego las  infectaron con bacterias de listeria o salmonella.

Luego de infectarlas, Barreiro y sus colegas miraron cómo respondía cada célula 24 horas después. Los de ascendencia africana mostraron una respuesta inflamatoria tres veces más rápida que la de los europeos americanos. 

Pero esto también tenía una desventaja. Un sistema inmunitario más activo viene con un mayor riesgo de trastornos autoinmunitarias, como por ejemplo, la enfermedad de Crohn. Esta es la razón por la cual las mujeres afroamericanas son tres veces más propensas a desarrollar lupus que las blancas, por ejemplo.

Los investigadores también examinaron los genes detrás de estas respuestas y encontraron que 12 mil de ellos, aproximadamente el 30 % del total, se expresaron de manera diferente entre estas dos razas.

Si bien se necesita más investigación para ver cómo los diferentes sistemas inmunitarios de diferentes razas y etnias funcionan, esta investigación puede conducir a mejores opciones de tratamiento personalizado.

Para los expertos, las investigaciones demuestran cómo la historia de selección natural continúa influenciándonos hasta el día de hoy.

Comparte