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Actualidad

Simone Manuel: el verdadero logro detrás de la medalla olímpica

Publicado 12 Ago 2016 – 12:54 PM EDT | Actualizado 26 Mar 2018 – 10:34 AM EDT
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Con una victoria en el estilo libre de 100 metros, Simone Manuel se convirtió en la primera mujer afroamericana en ganar una medalla de oro olímpica en natación.

Hasta ahora, Cullen Jones había sido el rostro de las minorías en natación en América, pero este año la oportunidad y el éxito vinieron de la mano de Simone Manuel que con tan solo 20 años, busca que su logro se convierta en inspiración para todos. La atleta agradeció y compartió su medalla con sus mentores afroamericanos que fueron su inspiración.

¿Por qué su medalla es tan importante?

Sin duda los logros de todos los atletas de los Juegos Olímpicos de Río merecen ser celebrados, pero la medalla de Simone Manuel tiene un valor agregado muy importante para la historia de Estados Unidos.

El racismo en la historia de las piscinas americanas ha conducido a faltas de oportunidades por parte de los nadadores afroamericanos durante décadas.

La disparidad de razas

Según estudios realizados en USA Swimming y la Universidad de Memphis, el 70 % de las personas afroamericanas no pueden nadar en absoluto, mientras que el 31% de lo caucásicos tampoco.

Si analizamos el equipo olímpico de Estados Unidos, el primer afroamericano en acceder al equipo fue Anthony Ervin en el 2000, que obtuvo dos medallas de oro. Mientras que en 2004, Maritza Correia se convirtió en la primera mujer afrodescendiente en acceder a un equipo olímpico.

En los Juegos Olímpicos de Londres 2012, solo 3 de los 47 del equipo olímpico estadounidense de natación eran afroamericanos. Si bien este dato no sorprende, teniendo en cuenta que solo el 3 % de los de natación de Estados Unidos son afroamericanos, sí hay niños afroamericanos con aptitudes que son desproporcionadamente representados.

¿Por qué la diferencia?

Hay todo tipo de infundadas explicaciones sobre por qué las personas afrodescendientes no saben nadar en relación a su musculatura y otras teorías.

Pero lo cierto es que la historia asegura que al contrario de lo que se puede creer, eran los europeos y caucásicos los que carecían de habilidades para nadar en el siglo XIX.

Cuando africanos occidentales fueron vendidos como esclavos en los estados del sur de Estados Unidos, trajeron su estilo de vida acuático con ellos e incluso ayudaban a las tripulaciones evitando accidentes.

Después de la Guerra Civil, los afroamericanos podían utilizar cualquier playa o piscina pública que querían. Pero la realidad era que las instalaciones públicas habían sido abandonadas o privatizadas, y se excluían a los afroamericanos.

Sin embargo, después de la Segunda Guerra Mundial, en la que los afroamericanos jugaron un papel crucial, su exclusión de las instalaciones de natación ya no podía ser racionalizada. La Ley de Derechos Civiles de 1964 se aseguró su derecho a tener el mismo a las instalaciones de natación que los blancos. Pero se dice que en ese momento, los afroamericanos ya habían internalizado la falsa noción de que no sabían nadar.

Recién ahora, la historia demuestra otra cara de la realidad. Docenas de organizaciones han desarrollado programas de natación apuntados prioritariamente a los menores. 

Los atletas olímpicos afroamericanos son la muestra de esta realidad y son el ejemplo para muchos otros afroamericanos. El logro y la medalla de oro de Simone Manuel, no son solo un logro para una atleta sino también para una raza entera.

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