¿Sabías que en Argentina hubo pena de muerte hasta 1984?
La pena de muerte es un instrumento arcaico mediante el cual varios países intentaron impartir justicia durante muchísimos años. Los tiempos cambian y, en la actualidad, son pocos los estados que se aferran a seguir usando este método de «castigo» con los convictos.
Si bien durante el secundario aprendemos que, en Argentina, la pena de muerte fue abolida por la Asamblea del año XIII, lo cierto es que fue restituida en varios momentos de nuestra historia y, de hecho, hasta hace muy poco siguió vigente.
Historia de la pena capital en Argentina
Durante el conflicto entre unitarios y federales los fusilamientos estuvieron a la orden del día. Los mismos, amparados en «causas políticas» fueron recién abolidos en 1852. Sin embargo, el método se siguió usando para condenas por delitos civiles graves de 1886 a 1922.
Esto no impidió que fuera del sistema no ocurrieran todo tipo de ejecuciones extrajudiciales, sobre todo durante los gobiernos de facto que tuvieron lugar en nuestro país entre 1930 y 1983.
La medida fue reinstaurada de manera oficial en 1970 y 1976, sin embargo, los desaparecidos bajo esta última dictadura fueron asesinados sin el debido proceso penal, ni sentencia.
Su abolición
Recién en 1984 la República Argentina abolió la pena capital. Fue el gobierno de Raúl Alfonsín el cual, tras el regreso a la democracia, derogó los artículos relacionados con la sentencia de muerte de manera definitiva.
Unos días más tarde, el país suscribiría al Pacto San José de Costa Rica de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos, que obliga a todos los países firmantes a «no reestablecer la pena de muerte en los estados que ya la hayan abolido».
Es decir que, de ahí en adelante, la Argentina no podrá volver a implementarla dentro de la ley, dado que estaría violando un tratado internacional y la Constitución Nacional, ratificada en 1994. ¿Lo sabías?
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