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Actualidad

Refugiada palestina utiliza el graffiti para cambiar la percepción de su comunidad

Publicado 14 Oct 2017 – 09:00 AM EDT | Actualizado 23 Mar 2018 – 12:09 PM EDT
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Hay mujeres como Laila Ajjawi, artista y refugiada palestina, que buscan cambiar la percepción de su comunidad e inspirar a las mujeres a ser ellas mismas y no seguir lo establecido.

Cuestionando la realidad de las mujeres

Su familia fue parte del éxodo masivo de aproximadamente 700 mil palestinos que tuvieron que abandonar sus hogares durante el conflicto árabe e israelí en 1948. Sus padres nacieron y fueron criados en campos de refugiados, al igual que ella y sus hermanos.

Laila y sus hermanos nacieron en el campo de refugiados de Irbid, en Jordania, un campo empobrecido y superpoblado. No obstante, ella considera que su ciudad natal es Jenin, una ciudad que limita con Israel. Actualmente vive en una casa pequeña con sus hermanos y sus padres.

Afortunadamente, pudo estudiar y entrenarse en su pasión: el arte. Eso le ha permitido acceder a nuevas oportunidades y ha decidido aprovechar el arte como una herramienta para cuestionar a su sociedad patriarcal y al lugar y las posibilidades que se le dan a las mujeres.

Concientizando sobre la desigualdad de género

Si bien en Jordania las mujeres tienden derecho al voto y a la educación, tienen una de las más bajas representaciones en la fuerza laboral a nivel mundial, lo que conlleva a grandes desigualdades de género.

La educación ha hecho que Laila conociera más discriminación. Algunos profesores le han prohibido que utilice símbolos o banderas palestinas y la obligaron a sentirse avergonzada de su herencia. Por eso para ella es importante transmitirles a las demás que «no importa de dónde viniste, sino lo que vas a ser». Pero esas experiencias le permitieron darse cuenta de que la vida en los campos de refugiados era limitada, incluso muchas chicas optaban por ocultar sus orígenes.

Laila quería estudiar animación 3D pero no podía costearlo. Con la ayuda de sus padres, pudo asistir a la universidad de Yarmouk donde se especializó en física biomédica. Pero su carrera artística paralela le permitió crecer, obtener premios y divulgar su arte.

El arte como mensaje

Artista y activista, Laila utiliza sus murales para mostrarles a otras refugiadas, niñas y mujeres, que es posible tomar las riendas de su destino y cuestionar lo establecido. Con solo 25 años, tiene en claro lo que quiere transmitir y los graffitis se convierten en el lenguaje que le permite difundir su mensaje a los demás.

Con poderosos e inspiradores símbolos de mujeres, busca que el arte callejero se deje de asociar al dominio masculino. Pero, además, busca demostrar que las mujeres pueden expresarse sin tener que seguir los límites sociales impuestos.

Si bien el graffiti suele asociarse con la resistencia y la desobediencia, Laila busca la paz, y no pinta sus murales sin antes obtener permiso. Comprometida con su arte y lo que representa, busca aportar su granito de arena para cambiar el mundo. 

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