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Ciencia y Tecnología

La revolucionaria tecnología de generar energía eléctrica con las plantas vivas

Publicado 12 Feb 2016 – 04:00 PM EST | Actualizado 5 Abr 2018 – 01:47 PM EDT
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Citamos de memoria al poeta venezolano Enrique León en un par de versos que parecen apropiados para la ocasión.

No me gustan las flores, en los jarrones

Y mi novia dice que no me gustan las flores

Por lo general, las flores hay que cortarlas para regalarlas, una mutilación desagradable, por muy bonito que sea el ramo. Quizás no esté muy lejano el día en el que puedas regalar una rosa en una maceta, que además de estar viva y adornar una sala o una recámara, haga las veces de pequeña central eléctrica.

Un camino de doble sentido

Las plantas funcionan en base a la circulación que tiene lugar por dos autopistas. El primero de esos caminos metidos en el tronco y las ramas es el xilema y su función es llevar la savia bruta, mezcla de agua, elementos y nutrientes, desde la raíz hasta las hojas.

En las hojas tiene lugar la fotosíntesis, el fascinante proceso mediante el cual, por intermedio de la luz solar, el sustrato inorgánico se transforma en materia orgánica rica en energía. El camino inverso, llamado floema, lleva los nutrientes orgánicos, principalmente azúcares, hacia las raíces.

Plantas eléctricas vegetales

La capacidad que tienen las plantas de ejecutar un proceso microscópico de transporte de iones de elementos inorgánicos para producir energía, ha abierto una deslumbrante ventana de investigación que pretende convertir a los seres vegetales en una especie de centralitas eléctricas. Por ahora, el experimento se ha realizado con una rosa, de allí la introducción de este artículo,  y la tensión eléctrica medida es de apenas 0,5 voltios. Pero lanzando la imaginación al vuelo, quizá en algún momento el árbol frondoso de la calle, el patio o el jardín, con el abono apropiado, pueda convertirse en un generador eléctrico que aporte la energía necesaria para el sustento de la vivienda o de toda la calle.

Un campo de la ciencia en busca de nombre

El campo abierto por investigadores suecos de la Universidad de Linkoping es tan nuevo que aún no encuentran qué nombre ponerle. Algunas de las denominaciones propuestas para la novedosa ciencia son electrónica orgánica, electrónica vegetal y bioelectrónica. La cosa funciona más o menos de la siguiente manera: a la parte leñosa de planta se le incorporó una solución de un polímero con elevada conductividad eléctrica, que penetra en los tallos y se solidifica.

Esta técnica permite incrementar la conductividad de los tejidos vegetales, naturalmente muy baja. Es como convertir los tallos y ramas en cables eléctricos. Luego le toca el turno a las hojas, a las que se le incorporan nanofibras de celulosa y también son impregnadas del polímero conductor. Las hojas se convierten también en conductoras de electricidad.  Asombrosamente, parte de la energía electroquímica generada a partir de los electrolitos presentes en la hoja y que son indispensables para la fotosíntesis, se convirtió en energía eléctrica.

Llevamos milenios aprovechándonos de las plantas, comiendo sus frutos para alimentarnos, utilizando sus troncos para construir viviendas, muebles y utensilios, quemando su materia orgánica para cocinar o para calentarnos. Todos estos casos tienen una característica, en ellos la planta o sufre una mutilación o muere.

¿Estaremos frente a un revolucionario uso de las plantas que no precisará de su muerte parcial o total para beneficiarnos?

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