La mutilación genital femenina es un problema mundial: millones de mujeres y niñas te necesitan
El 2017 es un año fundamental para combatir la mutilación genital femenina (MGF) y llegar al objetivo de la ONU para 2030: terminar con ella. Para darle punto final a esta práctica que viola los derechos humanos, es necesario concentrarse en África, el continente donde hay un mayor número de MGF.
No obstante, no hay que olvidarse de que en América Latina, Estados Unidos y el Reino Unido también sucede. Es por eso que los gobiernos y las organizaciones internacionales se han puesto en marcha para acabar con esta práctica que poco entiende de religiones. Más que un dogma religioso es motivado tanto por la cultura como los dogmas sociales.
El lema del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina del 2017 es: “La construcción de un puente sólido e interactivo entre África y el mundo para acelerar y terminar el MGF en 2030”.
¿Qué tan común es esta práctica alrededor del mundo? Lamentablemente, mucho más común de lo que desearíamos.
Números que asustan
Antes que nada, es preciso aclarar que la mutilación genital femenina es una violación de de los derechos humanos de las mujeres.
- Se estima que, a nivel mundial, 200 millones de niñas y mujeres han padecido alguna forma de mutilación genital. De esa potente cifra, 500 mil viven en Europa.
- Las niñas de 14 años son las que más sufren esta práctica. 44 millones de niñas de esa edad han sido mutiladas. Esto se debe a que la MGF se realiza, principalmente, en niñas y adolescentes.
- Por año, 3 millones de mujeres y niñas tienen riesgo de enfrentarse a esta dañina práctica que no solo viola sus derechos sino que, además, viola su dignidad y afecta la integridad física de todas las que lo padecen.
La importancia de los círculos cercanos
En la Unión Europea (UE) decidieron poner especial énfasis en los círculos cercanos. “Maestros, médicos, enfermeros, policías, abogados, jueces y más son la clave para este objetivo”, explica el comunicado.
Todos estos profesionales pueden hacer la diferencia. Es fundamental estar alerta a distintas señales que pueden indicar una vulnerabilidad de los derechos de las niñas. Si bien en los países integrantes de la UE es ilegal la MGF, con este comunicado también intentan motivar a otros países asociados pero no integradores para que luchen por esta problemática y lo consideren un delito, una práctica ilegal.
A su vez, la UE decidió crear una nueva política que incluya a todos los países integrantes. ¿De qué trata? De que todas aquellas mujeres que soliciten asilo en otros países denunciando violencia de género -incluida la mutilación genital-, sean ser aceptadas.
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No solo un problema religioso
Con el comunicado de la UE se deja en claro su posición: la mutilación genital femenina no es un problema religioso, tampoco político. Es un conjunto de estos planos sumado al cultural y social. En la base están “los padres, las madres, los niños, las niñas, la fe y los líderes de las comunidades”.
“La mutilación genital femenina es un problema del islam”: esta premisa está latente en la sociedad. Sin embargo… eso quizá no sea así.
“La MGF se realiza por razones culturales, religiosas y sociales dentro de las familias y las comunidades en las que se cree que es necesaria una preparación para la vida adulta y el matrimonio”, explica el portal Mother Jones.
La práctica se realiza, fundamentalmente, en África central, según datos de UNICEF. En proporción, sí es mayor el número de mujeres musulmanes que padecen la MGF pero lo cierto es que incluso los cristianos tienen altos porcentajes de mutilación.
Por su parte, el Corán muchas veces da lugar a malas interpretaciones. Lo vemos constantemente con los grupos terroristas como ISIS. En este caso, si bien no hay pasajes literales que indiquen que una mujer debe ser mutilada, lo cierto es que muchos practicantes del islam y seguidores del Corán interpretan que eso es lo que deberían hacer. No es una cuestión de religión sino un hecho de interpretaciones propias y transmitidas culturalmente.
“ Me mutilaron cuando tenía 5 años”, hoy a sus 25 años de edad una mujer de Somalia explica que todavía siente dolor y revive ese momento todos los días. La MGF viola los derechos, la integridad de las mujeres y las marca de por vida. La mutilación genital femenina es un tipo de violación, es una clase de inferioridad que está marcada en la sociedad. Las mujeres NO somos inferiores a los hombres y es necesario conquistar más derechos. Es fundamental lograr una equidad de género. Y para lograrlo debemos acabar con la mutilación genital femenina. Es un trabajo de todos.
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