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Actualidad

¡Excelente iniciativa! Estudiantes de arquitectura crean la primera casa wichí ecológica

Publicado 6 Mar 2017 – 03:45 PM EST | Actualizado 14 Mar 2018 – 09:48 AM EDT
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Wichí o Wichi son los nombres con los que se denomina a una de las comunidades originarias que desde hace miles de años habita el actual territorio argentino. Viven en Salta, Formosa, Chaco, Paraguay y en Bolivia, donde se denominan  weenhayek.

Actualmente solo poseen tierras marginales y montes deteriorados, debido a la inmensa tala de árboles y a la cacería de fauna autóctona.

No solo el imperio español les quitó sus tierras, ahora son sumamente pobres, olvidados, marginados y discriminados debido a una ausencia casi total del estado nacional.

Viven en condiciones muy precarias: sus casas son en su mayoría fabricadas con ramas, no poseen agua potable, luz, ni servicios sanitarios.

Pera quizás, solo en un sueño por revertir esta realidad, un grupo de estudiantes de arquitectura de la Universidad Nacional de Córdoba, decidió crear la primera casa ecológica con luz, agua y baño para una comunidad wichí.

¿Cómo es la casa?

La estructura está hecha de madera con un sistema de horcones, que es el principal modo constructivo wichí  y está dividida en 2 módulos: uno cuenta con un dormitorio y cocina; y por otro lado,  hay ul baño y un depósito.

Las partes de la casa (desmontables) fueron realizadas en Córdoba y los estudiantes junto con la ayuda de unos de la comunidad, tardaron 20 días en ensamblarlas en el Chaco salteño.

Los estudiantes basaron la construcción de la casa en estudios antropológicos, sociológicos e históricos para que la vivienda coincida con las necesidades y costumbres de la comunidad, donde ahora vive un cacique junto a su familia.

Además le incorporaron un sistema de es de madera, que son bastidores con estructura interna de ramas revocadas con adobe y un sistema para aprovechar el agua de lluvia.

Las comunidades originarias de Argentina son desaparecidos sociales que a diario enfrentan la lucha por recuperar su cultura, identidad y dignidad.

Viven en carne propia el abandono social; es claro que la confección de esta casa no va a solucionar todo el abandono que enfrentan, pero sí son símbolo de que las cosas pueden empezar a cambiar.  

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