Esta es la perturbadora razón por la que realmente evolucionaron nuestras manos, según la ciencia
La evolución es el cambio de las características biológicas de una especie a lo largo de varias generaciones. En el cuerpo humano, la evolución es el proceso que nos permitió adquirir determinadas cualidades, como la de hablar o tener consciencia.
A medida que nos alejamos de nuestros ancestros, los primates, comenzamos a adquirir más características biológicas y fisiológicas que nos definen como especie. En esta ocasión, un grupo de especialistas estudió la teoría de que la forma de muestras manos evolucionó para que seamos capaces de golpearnos.
Evolucionar y golpear
La evolución sucede siempre por una razón, nuestros brazos dejaron de ser tan largos porque comenzamos a caminar en vez de colgarnos de los árboles. Así, también nuestras manos comenzaron a ser más pequeñas, con nudillos firmes y pulgares opuestos.
En un principio, desde la comunidad científica se estimó que la evolución de las manos se debía a que la humanidad comenzó a utilizar herramientas. Pero David Carrier, de la Universidad de Utah, presentó una explicación alternativa.
Según el experto, si la evolución de las manos fuera resultado del uso de herramientas, entonces las manos podrían ser totalmente diferentes. La razón por la que tenemos manos de una forma particular podría ser otra. Entre las distintas manos posibles, solo hay una que permite la formación de un puño con el dedo pulgar a un lado.
Por esta razón, el experto señala que la evolución de las manos parecería ser resultado de el uso de herramientas, pero podría deberse a la necesidad de golpear para defenderse.
Los primates están lejos de pelear con puños
En los primates, las únicas manos que pueden formar puños son las del ser humano. Algunas especies de primates tienen los pulgares demasiado largos o demasiado cortos, haciendo imposible la formación del puño firme para golpear. Por esta razón, en peleas es muy difícil que utilicen las manos como puños para defenderse.
Carrier y sus colegas se adentraron en esta teoría e hicieron varias pruebas. Para ello, buscaron a 10 atletas y midieron que tan fuerte podían golpear una bolsa de boxeo utilizando el puño normal y luego con el pulgar para afuera. El golpe resultó mucho más fuerte y preciso cuando el puño incluyó el pulgar. Esto puede deberse a que el puño con el pulgar concentran la fuerza en un área más chica.
Otros científicos se muestran escépticos ante la teoría de que las manos se desarrollaron de este modo para que el ser humano pueda golpear. Si bien está demostrado que el puño del ser humano es capaz de golpear más fuerte y mejor que otros animales, esto no significa que la evolución lo haya logrado con este propósito. Quizás en realidad, la capacidad de golpear es una consecuencia de la evolución y no su causa.
En los estudios de evolución, siempre es importante tener en cuenta aunque podemos estudiar mucho al respecto, siempre somos más ignorantes de lo que creemos, y toda teoría lógica y cuidadosamente estudiada debería ser bienvenida.
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