El primer científico profesional fue una mujer: Laura Bassi rompió los estereotipos de su época
En la actualidad, la mayoría de las mujeres podemos estudiar lo que queramos: medicina, derecho, ingeniería o cualquier otra carrera, tenemos los espacios para hacerlo. Sin embargo, hace miles de años no era así, lo que empujo a que mujeres valientes se dieran a la tarea de luchar por nuestro derecho a la educación.
Ese es el caso de Laura Maria Caterina Bassi, mejor conocida como la primera mujer en titularse de Física en una universidad. Con el fin de que conozcas todo lo que tuvo que pasar para que las mujeres tuviéramos a la ciencia como lo tenemos hoy en día, te presentamos su inspiradora historia.
Laura Bassi nació un 31 de octubre de 1711 en Bolonia, Italia. Desde su nacimiento, fue privilegiada por partida doble: primero por pertenecer a una familia noble que podía proporcionarle una educación de primera. Y segundo porque su padre, el abogado Giuseppe Bassi, supo ver el tremendo talento de su hija y la apoyó incondicionalmente.
Entre los 13 y los 20 años estuvo bajo la tutela de Gaetano Tacconi, médico de la familia y profesor de Filosofía y Anatomía de la Universidad de Bolonia. Al darse cuenta que Bussi era sumamente inteligente, Tacconi comenzó a llevarla a los círculos académicos de la ciudad.
Para ese entonces, la joven ya era una estudiante destacada que sobresalía por sus conocimientos en Filosofia y Metafisica. Desde este momento, Bassi comenzó a tomar relevancia en la comunidad científica y hacerse conocida por ser la única mujer aceptada en los centros de investigación.
A la edad de 21 años, Laura se graduó en filosofía y obtuvo un puesto de profesora en la Universidad de Bolonia. Este fue un gran paso en la historia de las mujeres en la ciencia, ya que fue la primera en ocupar una cátedra de física en una universidad
La científica también es reconocida por ser la segunda mujer con un doctorado en Europa. La primera es Elena Cornaro quien lo consiguió en 1678.
Además de estar llena de logros, la vida de Bassi también estuvo repleta de complicaciones y trabas que le fueron impuestas por la sociedad. Debido a que se consideraba indecoroso que una mujer estuviera en una clase llena de hombres, solo se le permitía asistir a la universidad bajo la condición de ser profesora universitaria, lo que dificultó su formación.
En 1738, Laura Bassi se casó con el médico y físico Giuseppe Veratti, juntos formaron una familia feliz y procrearon a 12 pequeños. Este enlace matrimonial supuso un apoyo gigantesco para Laura pues le permitió impartir clases de manera regular en su residencia.
Con la ayuda de sus poderosos mentores, Laura fue capaz de persuadir a la universidad para que le otorgara más responsabilidad y un mayor salario, para que así le fuera posible comprar su propio equipamiento y crear un laboratorio que le permitiera trabajar e investigar correctamente.
Su propuesta fue aceptada, lo que le permitió habilitar un laboratorio en su casa en el año 1749. En él, su marido y ella trabajaron conjuntamente desarrollando experimentos para estudiar la electricidad. Este fue llamado Veratti-Bassi y hasta la fecha sigue siendo conocido en todo Europa.
Durante 30 años, Bassi utilizó este espacio para impartir cursos de física experimental que contaban con el reconocimiento oficial de la Universidad de Bolonia. Lo que la convirtió en la primera mujer en trabajar, formalmente, para esa institución.
Con el tiempo, este laboratorio se convirtió en uno de los puntos centrales de reunión entre los más innovadores de la comunidad científica del país y uno de los lugares de investigación científica que recibía más visitantes extranjeros.
Bassi es reconocida por haber creado un laboratorio desde cero, por convertirlo en un centro neurálgico de la ciencia italiana de la época y por ser la primera mujer en romper con los estigmas científicos de la comunidad italiana.
Tanto fue su alcance que se relacionó con figuras como el filósofo francés Voltaire, Lazzaro Spallanzani, Jean Antoine Nollet, Felice Fontana, Leopoldo Caldani y Alessandro Volta.
Durante la segunda mitad de su vida, Laura se convirtió en un personaje muy reconocido en la sociedad científica, debido a su facilidad para explicar la física experimental. Su mayor interés se centró en el trabajo de los físicos ingleses y en las reglas matemáticas de Isaac Newton.
Hasta la fecha, Bassi es reconocida por su enorme trabajo en la difusión de la física newtoniana y los principios proclamados por Benjamin Franklin sobre los fenómenos eléctricos.
La mayoría de la documentación relacionada con la actividad de Laura Bassi se encuentra en la Biblioteca Comunale dell'Archiginnasio y en el Archivio di Stato de Bolonia, desafortunadamente, es casi imposible acceder a un texto original escrito por ella o ambientado en su época.
Todos estos documentos se consideran de especial interés para la historia de la ciencia, ya que permiten reconstruir los comienzos de la carrera de una mujer científica antes del siglo XIX y aprender sobre el contexto social y cultural que lo hizo posible.
Gracias a ellos hemos podido conocer a una Laura Bassi que se desmarca por completo de los estereotipos de su época, unas veces por la amabilidad de su entorno, otras por su inmenso talento y siempre por saber dar un paso más allá de lo establecido.
Aunque muchas personas afirman que su éxito se debe a que vivía en Bolonia, lugar reconocido por exaltar los triunfos de las mujeres, lo cierto es que Laura fue una de las eminencias más importantes en la comunidad científica de Italia.
Si bien, las condiciones políticas le facilitaron las oportunidades, Bassi supo aprovecharlas de tal forma que logró democratizar la ciencia.
Sus méritos son la prueba de que las mujeres pueden tener un desarrollo brillante a la par de los hombres sin importar la categoría en la que se desempeñen. El conocimiento y el saber no son cuestiones de género (y Bassi lo sabía muy bien).
Es así como aplaudimos y reconocemos el trabajo de mujeres comprometidas con el saber. Son grandes ejemplos que debemos tomar como inspiración para ser las mujeres que siempre hemos anhelado ser.
¿Conoces la historia de otra mujer que sea un ejemplo a seguir? Cuéntanos en los comentarios.
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