Científicos encontraron la parte del cerebro que produce los celos
En muchas ocasiones, los científicos han realizado estudios con animales que han permitido arribar a conclusiones sobre los humanos, sobre todo con los primates, que comparten con nosotros muchas cualidades.
Los científicos han descubierto que, al igual que nosotros, los monos experimentan los celos. Pero no solo eso, sino que han identificado cuál es la parte del cerebro responsable de este comportamiento, lo que podría trasladarse a los humanos.
Sin duda los celos son algo que, en mayor o menor medida, todos los humanos hemos experimentado. ¿Quieres conocer su explicación científica? Veamos que encontraron en los primates….
Monogamia y celos en primates
Hay celos de todo tipo, algunos más intensos y otros más controlados, los científicos han realizado estudios con diferentes animales tratando de explicar esas variaciones. Pero para Karen Bales, de la Universidad de California, era necesario investigar cerebros más similares al nuestro.
Eso la llevó a investigar a los monos titi cobrizos ( Callicebus cupreus) que forman vínculos de pareja a largo plazo, tienden a cuidar a sus parejas y hasta se angustian cuando se separan de ellas.
Se trata del primer estudio en analizar la neurociencia de los celos en primates monógamos y ha demostrado que experimentan ansiedad, estrés y hasta agresión cuando ven a su pareja interactuando con otro.
Los monos titi macho muestran celos exactamente igual que los humanos e incluso retienen fìsicamente a su pareja para que no interactúe con otros machos.
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La región del cerebro vinculada a los celos
La investigación, realizada por científicos de la Universidad de California y publicada en Frontiers in Ecology and Evolution, buscó comprender qué sucede en el cerebro y sistemas hormonales de los monos cuando están celosos.
Para ello fue necesario enjaular a los machos para que pudieran ver a su propia pareja con un macho desconocido.
Aquellos monos que observaron a sus parejas interactuar con otros hombres, tuvieron altos niveles de cortisol, así como mayor testosterona. Cuánto más observaban, más altos eran los niveles de cortisol.
Los científicos analizaron los cerebros de los monos celosos mediante resonancia magnética y encontraron que de las partes del cerebro estudiadas, la corteza cingulada fue la más significativa, evidenciando un aumento en la actividad de esa región. La corteza cingulada está asociada con el dolor social en los humanos.
Para los expertos, esta investigación podría extenderse a los humanos, aunque habría que resolver el desafío de inducir celos en personas que están al tanto de que son parte de una investigación.
A su vez, los expertos están buscando identificar los receptores de las hormonas oxitocina y vasopresina que podrían proporcionar más pistas sobre cómo controlar las emociones celosas.
Los científicos sugieren que los celos pueden desempeñar un papel en el mantenimiento del vínculo social de las parejas monógamas, pero que también conduce a la ansiedad, el estrés y en casos extremos, a la violencia.
La idea de comprender la evolución de las emociones de los primates es ayudar a comprender nuestras propias emociones y sus consecuencias, así como la evolución y el funcionamiento de la monogamia. ¿Imaginabas que los primates eran celosos como nosotros?
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