Científicos descubren los verdaderos restos de Filipo II, padre de Alejandro Magno
Un equipo de científicos liderados por Antonis Bartsiokas, profesor de la Universidad Demócrito de Tracia, ha descubierto los verdaderos restos de Filipo II, antiguo rey griego originario de Macedonia, conocido por ser el padre del afamado Alejandro Magno. Ahora se sabe que descansan en la ciudad griega de Vergina, pero no en la tumba en la que se pensaba.
¿Quién fue Filipo II?
Filipo II es mundialmente conocido por su estado de progenitor del gran Alejandro Magno, pero en realidad fue mucho más que eso. En una Grecia dividida entre ciudades con fuerte personalidad, desde Macedonia, Filipo II transformó aquellas tierras en un imperio realmente poderoso. Tanto fue así que en el momento de su asesinato estaba preparando un gran ataque contra el imbatible Imperio Persa, cuyos ejércitos eran más numerosos.
El estudio de las tumbas de Vergina
Hace unos 40 años se excavaron en Vergina unas tumbas monumentales, conocidas como el Gran Túmulo. En principio, fueron construidas como espacio de descanso de los héroes y nobles macedonios. Han sido varios los investigadores que estudiaron el material óseo allí encontrado. De todo cuanto se había descubierto, la tumba II se ha considerado como la de Filipo II al ser la más rica. Sin embargo, Antonis Bartsiokas no estaba de acuerdo con esta interpretación y planteó sus dudas años atrás.
Ahora, Bartsiokas y su equipo, entre los que también destaca el afamado investigador español Juan Luis Arsuaga, han estudiado y analizado los restos de individuos de la tumba II y el resto de las ubicadas en el Gran Túmulo. Su estudio lo han publicado en la revista PNAS, aunque aún no se puede consultar online.
Entre ellos, en la tumba I han hallado el esqueleto de un hombre de 180 centímetros de estatura, algo inaudito en la época, y unos 45 años. Su tibia y fémur estaban fusionados y presentaban un orificio provocado por una herida, lo que le haría padecer cojera. Se sabe que Filipo II sufrió una herida de lanza durante una batalla tres años antes de morir, por lo que quedó cojo. También en la tumba I aparecieron los restos de un bebé y una mujer de 18 años, que deben ser la última esposa de Filipo II, Cleopatra, y su hijo recién nacido.
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¿Quién está en la tumba II?
Mientras tanto, los científicos estiman que en la tumba II están enterrados el rey Filipo III Arriedo (hijo de Filipo II, pero no de la madre de Alejandro Magno, llamada Olimpia) y Eurídice, su esposa. Se sospecha que Olimpia envenenó a Filipo III, mayor que Alejandro Magno y heredero al trono. Este acto no le mató, pero sí le incapacitó mentalmente para poder gobernar, pasando el poder al hijo menor.
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