{ "@context": "http://schema.org", "@type": "BreadcrumbList", "itemListElement": [ { "@type": "ListItem", "position": 1, "item": { "@id": "/explora", "name": "Explora" } } ] }
null: nullpx
Mundo

Bélgica, un bello y tranquilo país del Norte de Europa

Publicado 11 Sep 2012 – 05:06 AM EDT | Actualizado 5 Abr 2018 – 01:47 PM EDT
Comparte

A pesar de ser Bélgica uno de los más pequeños países de Europa es grande en todo sentido. Un país fuerte y luchador como su vecina Holanda, trabajador y tecnológicamente avanzado como su vecina Alemania y con un bello sentido estético y un buen sentido del humor como su vecina Francia; tres fronteras de alrededor de mil quinientos kilómetros que le aportan sus características y, además, sus idiomas, que conviven pacíficamente. La parte costera que da al Mar del Norte es de sesenta y siete kilómetros.

Un maravilloso país

El territorio presenta tres regiones naturales: La Alta Bélgica, situada en Las Ardenas, donde están los montes Baraque Michel de 675 metros de altura y Botrange, de 694; la Bélgica Central que se extiende desde la frontera sa hasta Hasselt y la Baja Bélgica, con deltas, estuarios, canales y diques construidos para ganarle tierra al mar. Sus principales ríos son el Mosa y el Escalda.

A pesar de su alto grado de industrialización tiene también muchas tierras dedicadas a la agricultura y exporta mucho de lo que cosecha. En cuanto a las artesanías es mundialmente conocido el Encaje de Bruselas (su ciudad capital) y pueden verse aún mujeres dedicadas a tejerlo frente a los ojos maravillados de los turistas.

Visita muy recomendada

Grandes y modernos puertos la comunican con todo el mundo, Amberes (el más importante, en la desembocadura del río Escalda), Gante (con sus inmensos edificios de estilo gótico que nos hablan de su antiguo esplendor), Zeebrugge (segundo puerto pesquero del país e importante centro turístico gracias a sus playas) y Ostende (el más cosmopolita), también el de la capital es muy reconocido y goza de buen prestigio. Podemos recorrer todo el país en tren, pues su red ferroviaria es de las más extendidas y modernas. Excelentes rutas y varios aeropuertos brindan la comodidad que el viajero precisa.

Posee ciudades que datan de la época galorromana, como Tongres, Tournai y Arlen. Algunas otras surgieron durante la Edad Media, tal el caso de la bellísima Brujas con sus encantadoras casas blancas de techos de tejas rojas, los canales que la recorren y los puentes que cruzan a estos.

Pero la más grande es la Ciudad de Bruselas, que aparte de ser la capital de Bélgica y estar ubicada casi en su mismo centro geográfico, es sede de numerosos organismos internacionales que celebran allí sus reuniones. En ella se levantan el Castillo de Laeken, hogar de la familia real y la incomparable Catedral de San Miguel, su santo patrono. Museos, estatuas, parques y por supuesto El Atomium (erigido para una de la Exposiciones Internacionales), nos invitan a que los visitemos porque son notables, y reflejan toda la grandiosidad de este pequeño rincón del norte europeo.

¿Conocen Bélgica? ¿Querrían visitar este fabuloso país?

Comparte