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Ciencia y Tecnología

Bacterias internas permiten a una rata alimentarse de plantas venenosas

Publicado 3 Feb 2015 – 09:00 AM EST | Actualizado 2 Abr 2018 – 09:15 AM EDT
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Desde hace ya muchos años es sabido que el cuerpo de cada animal, por muy pequeño que sea, es en realidad un gran ecosistema en el que conviven cientos e incluso miles de especies diferentes, entre los que se destacan, por supuesto, los microorganismos. Muchos de estos han desarrollado relaciones simbióticas tan estrechas con sus hospederos que es prácticamente imposible uno viva sin la existencia del otro.

Hoy queremos mostrarte uno de estos casos extremos en el que unas bacterias permiten a una pequeña rata alimentarse de una planta con un veneno mortal para muchos otros organismos. Veamos cómo es posible.

Una rata que come plantas venenosas

La especie en la que se ha descubierto esta relación es una pequeña rata habitante del desierto de Mojave, situado al oeste de los Estados Unidos, una zona muy hostil para la vida en el que apenas llueve y la escasa vegetación ha desarrollado potentes estrategias para evitar a sus depredadores, como por ejemplo, grandes espinas y potentes venenos.

Pues este roedor, conocido como woodrat o rata de bosque( Neotoma lepida), ha logrado hacer un manjar de una de las plantas más tóxicas de la región, la creosota, un arbusto de baja estatura cuyas hojas contienen un cóctel con cientos de productos químicos entre los que se encuentran el NDGA, una sustancia capaz de destruir el hígado y los riñones en otras especies, como por ejemplo, los ratones comunes. Sin embargo, el woodrat lo come cada día en grandes cantidades, sin causarles efecto alguno.

¿Cómo han logrado alimentarse de una planta tan tóxica?

La respuesta a la interrogante de cómo puede esta rata tolerar tales niveles de toxinas en su cuerpo se la hicieron unos científicos que han publicado sus resultados en la revista  Ecology Letters. Según plantean, desde el primer momento la sospecha recayó sobre las bacterias intestinales, teniendo en cuenta que es conocida la altísima capacidad de estos organismos para desintoxicar prácticamente todo, desde el petróleo crudo hasta el uranio. Pero había que demostrarlo.

Para ello, la mejor manera era eliminar estos microbios del interior de la rata, por lo que a un grupo de ellas se les istró una dosis adecuada de antibióticos mientras se les alimentaba con pienso de laboratorio. Al volver a darles creosota pasado un tiempo, las ratas fueron incapaces de tolerar la resina tóxica del arbusto, y comenzaron a perder peso de manera que en dos semanas ya habían perdido hasta el 10% del mismo, momento en que se detuvo el experimento para evitar su previsible muerte.

Esto dio un indicio fuerte de la responsabilidad de los microbios en la tolerancia al veneno de esta rata, pero para corroborarlo finalmente, los científicos cogieron ratas del desierto criadas en laboratorio y las alimentaron con comida que tenía heces molidas de las ratas salvajes, lo cual permitió que los microbios colonizaran sus entrañas y pudieran digerir la planta venenosa a los pocos días. Luego de esto, ha quedado clara la importancia de esta simbiosis evolutiva que se cree que comenzó hace unos 17 000 años.

Cómo se originan este tipo de relaciones simbióticas tan beneficiosas no está claro el todo, pero es posible que cuando el animal coloniza un nuevo sitio y se encuentra con estas plantas, en los primeros bocados se coma a microbios que viven en su superficie y que han evolucionado para hacer frente a sus defensas químicas y los incorpore poco a poco a su organismo. Otra posibilidad sería que se alimenten de heces que estén en la zona y recojan así las bacterias del intestino de otras especies que ya se han adaptado antes para tolerar las toxinas de las plantas locales. Como quiera que sea, queda demostrada una vez más la importancia de la cooperación entre las especies para la supervivencia en el mundo natural.

¿Conoces otra simbiosis interesante entre organismos de diferentes especies?

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