7 razones psicológicas por las que mucha gente le teme a los payasos
La coulrofobia es el miedo a los payasos y afecta especialmente a los niños, ¿te has preguntado por qué unos seres concebidos para alegrar terminan haciendo todo lo contrario?
1. Sonrisa permanente
Las personas que siempre están riendo no son de fiar y una sonrisa pintada o impostada hace imposible saber si quien que la tiene se siente feliz o si está a punto de agredir a alguien. La falsa y constante sonrisa del payaso es algo perturbadora.
2. La incomodidad de ser impredecible
Parte de la identidad de un payaso es hacer cosas exageradas e impredecibles, alejadas del comportamiento común. Sin embargo, la gente se siente a gusto cuando puede apegarse a una rutina y lo impredecible le genera ansiedad.
3. Miedo aprendido
Los seres humanos parecen tener dos tipos de miedo: el innato, como el experimentado al estar de pie en el borde de la azotea de un edificio, y el aprendido. Desde que Charles Dickens pintó una imagen oscura del famoso Joseph Grimaldi, ha habido payasos asesinos en la literatura, el cine y demás medios. Una persona estrafalariamente disfraza que puede ser un criminal es inquietante.
- También te recomendamos leer: «La tremebunda historia de John Wayne Gacy: el payaso asesino»
4. Traumas por desenmascaramiento
La revista Psychology Today cita el caso de una niña que se vio obligada a sentarse en el regazo de un payaso, solo para darse cuenta que estaba frunciendo el ceño y olía a alcohol. Muchos payasos quedan al descubierto en fiestas infantiles y el choque entre ilusión y realidad afecta a los niños.
5. Problemas de autoestima
Los bufones de la corte eran buscados para que fueran el hazmerreír del público, pero ya la gente normal no le encuentra la gracia a alguien que ridiculiza a otros o a sí mismo. Las personas mentalmente sanas se sienten incómodas ante este tipo de comportamientos.
6. La teoría freudiana
Sigmund Freud explicó el miedo infantil a los payasos como algo parecido a lo que ocurre cuando los niños ven a una persona amputada de los brazos o de las piernas. Los seres humanos estamos preparados para fijarnos en las diferencias (la falta de extremidades) y no en las semejanzas. La apariencia estrambótica de los payasos induciría un comportamiento parecido.
7. Falta de gracia
Algunos payasos confrontan el problema de que ellos o sus números ya no son graciosos. Los chicos son cada vez más listos y ya pocos se dejan engañar por un payaso que golpea a otro en la cabeza con un martillo de plástico. A los niños les desagrada tener que reír por algo que no encuentran divertido.
- También te recomendamos leer: «5 cosas que no sabías sobre los payasos»