3 formas en las que se puede viajar más rápido que la luz: ni Flash, ni el Halcón Milenario
La luz viaja a 300,000 kilómetros por segundo y, aunque no parezca posible, hay maneras de transportarse mucho más rápido.
La teoría de la Relatividad Especial de Albert Einstein indica que nada puede viajar más rápido que luz y, a su vez, la velocidad de la luz es una constante en la naturaleza.
Esto significa que, aunque existan otras variables en alguna ecuación, la velocidad de la luz siempre será la misma en cualquier parte del universo.
Por ejemplo, la estrella más cercana al Sistema Solar es Próxima Centauri, ubicada a 4.37 años luz de distancia. Un rayo de luz de tardaría 4 años en llegar a la estrella.
La nave más veloz construida por humanos es la Parker Solar Probe de la NASA, que alcanza 200 kilómetros por segundo, lo cual es 1,500 veces menor a la velocidad de la luz.
Los viajes a la velocidad de la luz, o más rápidos, parecen una idea de ciencia ficción y no se pueden llevar a la práctica; sin embargo, existen teorías de cómo podrían suceder.
Motor Alcubierre
El físico teórico Miguel Alcubierre propuso una idea que conlleva ‘deformar’ el espacio para viajar con él y no a través de él para así llegar más rápido de un lugar a otro.
De esta manera se crearía una burbuja en el espacio que expandiría todo lo que hay detrás de un objeto y contraería todo lo que está enfrente.
Si se lograra comprimir el espacio que tiene que recorrer un objeto entre puntos A y B, entonces se desplazaría más rápido de lo que lo haría la luz normalmente.
Para proponer la teoría, Alcubierre partió de la idea de que el universo se está expandiendo y planteó la hipótesis a un nivel más pequeño que podría llevarse a cabo dentro de una burbuja adaptada a las características de expansión y contracción.
Agujeros de gusano
Los agujeros de gusano son un planteamiento científico hipotético, pues nunca se ha comprobado su funcionalidad.
La teoría de los agujeros negros se basan en uno de los postulados de la Relatividad, que indica que el espacio puede curvarse. De esta manera, se crearía un túnel entre dos puntos en el espacio y se llegaría en menos tiempo de lo que lo haría luz.
Según las ecuaciones de Einstein, un agujero de gusano no se podría atravesar porque la garganta del túnel se cerraría más rápido de lo que podría viajar la luz. Sin embargo, años más tarde se desarrolló una teoría en la que se explica que sí se podrían atravesar los agujeros de gusano.
Para deformar el espacio con un agujero de gusano, se tendrían que juntar dos agujeros negros y enviar un objeto de un lado a otro a través del ‘atajo cósmico’.
Tubo Krásnikov
El científico ruso Serguéi Krásnikov propuso una alternativa a la burbuja de deformación de Alcubierre a través de un túnel que deformaría el tiempo-espacio detrás del objeto.
La teoría del tubo está diseñada para que, una vez que el objeto llegue a su destino (por ejemplo, una sonda espacial que va a Próxima Centauri) regrese por el mismo camino, pero el tiempo transcurre al revés.
El tubo aprovecharía la deformación del espacio para realizar el viaje en menos tiempo y regresar al punto de salida poco después de que partió.
El problema de la construcción de estos escenarios donde un objeto viaja más rápido que la luz es que requerirían grandes cantidades de energía, que hasta el momento no es posible generar.
Además, todas son potenciales máquinas del tiempo y es un tema que la física no ha resuelto porque requerirían energía o masa negativa, de la cual se tienen teorías, pero no pruebas.
Eso ocasiona que los viajes superlumínicos sean planteamientos hipotéticos; sin embargo, no se descarta la posibilidad de que en el futuro se desarrolle la tecnología necesaria para realizarlos.
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