Spirit Day: las redes se 'pintan' de morado en apoyo a las víctimas LGBT de bullying

Este jueves, el color morado tiñe las redes sociales y nuestra ropa. En apoyo a los jóvenes que son discriminados por su identidad sexual, el Spirit Day recuerda que "el amor es más fuerte".
Celebridades como Britney Spears, la líder y activista transgénero Laverne Cox y muchas otras figuras, han puesto su foto vestidas de morado y están expresando frases de ánimo.
La iniciativa fue creada por la estudiante de bachillerato Britanny McMillan, quien ha llevado su apoyo a la causa hasta teñirse el pelo de este color. Se le ocurrió la idea para el Spirit Day mientras navegaba en Tumblr y se topó con numerosos posts sobre jóvenes que se habían quitado la vida a causa del acoso que sufrían en las aulas. Decidida a poner fin a esta injusticia, McMillan escogió la tonalidad morada que simbólicamente se asocia con el espíritu y comenzó un movimiento que hoy celebran miles de personas.
Spirit Day se ha organizado desde 2010 de la mano del grupo GLAAD (la organización de activismo LGBT que lucha contra de la difamación) y tradicionalmente, se celebra el tercer jueves de octubre en coincidencia con el National Bullying Prevention Month.
La comunidad LGBT sufre uno de los mayores índices de acoso de la población en Estados Unidos. Se calcula que un 82% de los jóvenes se han sentido inseguros en sus escuelas durante el último año y que es un 33% el que incluso optó por faltar a clases al menos un día por miedo a ataques verbales o físicos.
Numerosas personas publican en este día sus propias experiencias e historias de superación con la intención de dar fuerzas a jóvenes que ahora pueden estar pasando por lo mismo.
Miguel Cane, periodista, dramaturgo y escritor mexicano, es uno de ellos y comparte con los lectores de Univision Trends su experiencia en primera persona:
"Todos hemos estado expuestos al bullying homofóbico desde nuestra infancia, seamos o no homosexuales: es algo que forma parte directa de nuestras vidas y se manifiesta lo mismo en las escuelas que en el seno familiar.
Y no es algo que esté únicamente conminado a nuestros años formativos. Hace unos diez años, mi padre, por alguna razón que ahora no recuerdo, montó en cólera (cuando pasamos mucho tiempo juntos, nuestras diferencias evidentes en carácter hacen que salten chispas (...) y suele arrojar por la boca lo más hiriente que se le ocurre) y me dijo “eres un maricón” a manera de colofón a su descontento conmigo.
“Papá”, le dije haciendo acopio de toda la paciencia que pude encontrar, “no soy un maricón. Soy una inmensa cantidad de cosas, pero maricón no es una de ellas.”
Que le respondiera de ese modo y con absoluta frialdad, sirvió. Nunca más ha vuelto a decirlo.
Esa es la actitud que yo tengo al respecto del tema. Quizá no sea la más adecuada, pero es lo que hay.
Así sobreviví al acoso (né Bullying) de otros niños en mi escuela y de mis primos. Nunca metí las manos porque no sé cómo, pero me defendí con la lengua y sin perder los papeles.
'Maricón' es solo una palabra. Recuperemos palabras y combatamos la discriminación al quitarles el sentido. Esa es una batalla que sí podemos ganar".
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