Tamales calientitos ¡a dos de tres caídas!

Por Mónica Ocampo
Para entender cómo dos mexicanos con máscaras de luchadores recorren el centro de Chicago vendiendo tamales a bordo de una camioneta, es necesario retroceder siete años, cuando la crisis económica de 2008 se convirtió para Manny Hernández y José Luis Balanzar en la oportunidad de crear The Tamale Spaceship, la primera food truck que se distingue por impulsar la cultura mexicana a través de la vista y el paladar.
Manny, originario de la Ciudad de México, y Pepe, de Acapulco, se conocieron en el restaurante Frontera Grill, del chef Rick Bayless, pero el lugar cerró y ambos se quedaron sin empleo. Necesitaban encontrar una alternativa que les permitiera explotar toda la experiencia que habían adquirido para poder subsistir, así que decidieron emprender.
Al principio querían montar un pequeño restaurante, pero el presupuesto no les dio, así que pensaron ofrecer comida a bordo de una camioneta, pero el departamento de salud sólo permite la venta de alimentos empaquetados.
Necesitaban un producto que se conservara caliente por la envoltura y que fuera servido sin complicaciones a la hora del almuerzo, así que los tamales fueron la opción.
La mejor food truck
Una vez que compraron la camioneta, y con los requisitos municipales cumplidos, el siguiente reto fue ir más allá del tamal rojo, verde y de dulce, así que experimentaron con el relleno: cochinita pibil cocinada con salsa de habanero, adobo de cerdo, rajas con queso de cabra, filete de res con mole. Actualmente el menú incluye ocho opciones por día.
Aficionados a la lucha libre mexicana de los años sesenta y setenta, decidieron atender The Tamale Spaceship, con máscaras de personajes como "El Santo", "El Rayo de Jalisco" o "El Huracán Ramírez". “Mi papá siempre me llevaba a las luchas de niño. Casualmente mi socio también es fanático de este deporte, así que decidimos crear nuestro propio concepto”, explica Manny Hernández.
Cinco años después, The Tamale Spaceship ha sido nominado a la mejor food truck por tres importantes revistas de la ciudad: Chicago Magazine, Time Out y Reader.
El sabor de mamá
Aunque los productos básicos para la elaboración de los tamales se encuentran en Chicago, los fundadores de The Tamale Spaceship siempre se esmeran por darle un toque especial al tostar, freír y sazonar tanto la carne como los ingredientes de las salsas. “No abrimos ninguna lata”, advierte Manny Hernández.
La técnica, comenta, la aprendió de su mamá, quien siempre que lo visita le prepara tamales. “Aprendí como lo hace cualquier niño que le ayuda a la abuelita o la mamá los días de fiesta”, confiesa.
Entre semana, los días de Manny inician a las cinco de la mañana para inspeccionar la producción de alrededor de 350 tamales. El menú ofrece ocho variedades de diferentes regiones de México, así que cada uno requiere de un orden y procedimiento especial: primero se preparan los de pollo, después los de cochinita pibil y al final los de rajas con queso. También hacen papas fritas y guacamole con jitomates, cebolla, chiles serranos y jugo de limón.
El precio va de los 4.50 a 9 dólares —si se desea la orden de dos tamales—. Aunque el sitio cambia conforme pasan los días de la semana, la hora siempre es la misma: de 11 AM a 1:30 PM.
Se quitan la espinita
A mediados del 2014, The Tamale Spaceship decidió establecerse en Wicker Park para ofrecer, además de la misma variedad de los tamales que se presentan en el camión, tacos, ensaladas y sopas. Después de cuatro años de ahorrar, Hernández y Balanzar se animaron a darle un giro a su negocio para enfocarse en los platillos mexicanos que no pudieron vender en la food truck por las regulaciones sanitarias.
Mientras el camión continúa su ruta a la hora del almuerzo entre las calles de Chicago, los propietarios de The Tamale Spaceship están felices de haber conseguido un hogar permanente. “Claro que es el inicio. Queremos conquistar más ciudades en Estados Unidos”, resalta Hernández.