Todavía no: 5 maneras de convivir con tus padres hasta que te mudes
Cuando cumplimos la mayoría de edad, la búsqueda de nuestra independencia y la manera de dejar el nido de nuestros padres comienzan a revolotear por nuestra cabeza. Pero en muchos de nuestros países latinoamericanos la realidad es otra; nos resulta difícil abandonar el hogar de nuestras padres y nos encontramos viviendo con ellos hasta después de los 25.
¿Cómo hacer para no volvernos locos? A continuación te contamos 5 maneras de vivir con tus padres hasta que te mudes.
1. Colaborar en casa
Ya eres un adulto funcional capaz de hacer dinero y quehaceres, así que para alivianar la convivencia con tus padres asegúrate de realizar diversas tareas del hogar, mantener tu espacio en orden y pagar algunos gastos de casa.
Ya no tienes excusa para vivir gratis, aunque sean tus padres.
2. Establece límites
A pesar de que ya eres un adulto, tus padres querrán volver a sus antiguos roles de vez en cuando.
Recuérdales con respeto que ya no eres un niño y trata de manejar las cosas de manera adulta, pero también sé responsable para no preocuparlos o molestarlos.
3. No hay tiempo para perder el tiempo
Es muy importante que les demuestres a tus padres que tienes intenciones de mejorar tu situación y asumir el rol de adulto. Para ello es recomendable que organices mejor tu tiempo y logres el equilibrio entre el ocio y las responsabilidades.
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4. Haz tiempo para ellos
Si, por el contrario, eres una persona muy ocupada, deberías tener en cuenta que, al igual que cuando eras niño, es bueno pasar tiempo con tus padres.
Ahora ellos están en su tercera edad y probablemente se sienten más vulnerables emocionalmente, así que disfrutar de momentos en familia es una muy buena idea mientras siguen todos bajo el mismo techo.
5. Sé considerado
Aunque eres adulto y quieres tu libertad, estás en casa de tus padres. Recuerda que ellos se preocupan por ti, así que asegúrate de no hacer cosas que puedan incomodarlos en casa y de avisar si no vas a llegar a dormir. Respeta sus normas.
Cuando nos convertimos en adultos, la convivencia con nuestros padres se torna un poco difícil porque necesitamos nuestro propio espacio, pero al poner en práctica estos consejos de seguro puede irnos mucho mejor hasta que logremos abandonar el nido.