Los secretos de las parejas que viven en casas separadas
Son muchas las parejas de varios años juntos e incluso matrimonios que por voluntad propia han decidido tener una relación pero en casas separadas.
Como una especie de noviazgo eterno donde se pueden compartir la vida, el amor y estar juntos cuando ambos quieren y no por una obligación edilicia.
Si eres de esas personas que todavía no puede comprender esta forma de vida, están los secretos de las parejas que no conviven, para que puedas tener una idea clara de esta moda en el amor.
¿Qué tipos de personas optan por no convivir?
Aunque pueda tomarse como una moda, cada vez más son las parejas que optan por tener una convivencia diferente. Este tipo de nuevas parejas por lo general es optado por mujeres mayores de 30 años, independientes y que no quieren que les coarten su libertad.
También es una opción en aquellas parejas que han estado juntas por décadas y que están cansadas de la rutina, muchas veces negativa, y ven la convivencia en casas separadas un forma de salvar el matrimonio y revivir los momentos apasionados del noviazgo.
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Y a la vez es la elección de las mujeres mayores solas que por diferentes motivos buscan en esta etapa de su vida un compañero que les brinden sensaciones de tranquilidad y seguridad en la relación mucho más que la pasión sexual de los veinte años entonces no ven necesario el tener que convivir.
Las claves para vivir en casas separadas
Para lograr vivir felizmente en casas separadas, ambos deben tener la plena convicción de que en la relación no habrá dudas, celos o falta de compromiso. Es que la relación de pareja es igual que cualquier otra, lo único es que viven en domicilios diferentes.
Deben tener una comunicación clara sobre la situación de la pareja, las dudas deben ser planteadas, de forma de asegurarse que ambos integrantes siguen siendo felices con esta modalidad de vida.
En este tipo de parejas las relaciones íntimas no son un problema, ni una imposición; por el contrario, las parejas suelen tener sexo con mayor frecuencia, a veces mucho más que aquellas personas que conviven bajo el mismo techo. Las parejas con cama afuera viven la experiencia de la expectativa constante hacia el otro. Mientras que las convencionales se enfrentan a la lucha contra el constante desgaste de la cotidianeidad de la convivencia diaria.
Una moda que se presenta ante la incógnita de si pueden las parejas vivir separados y que al final es solo una alternativa que eligen las personas, de llevar una relación que como muchas otras se basan en el respeto, la confianza y sobre todo el amor.
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