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aprendizaje

Lo que podemos aprender de la carta viral de un hombre que hizo «ghosting» a su pareja

Publicado 1 Sep 2017 – 06:00 PM EDT | Actualizado 23 Mar 2018 – 04:12 PM EDT
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Alison Green es la bloguera detrás de Ask a manager, un sitio donde las personas pueden buscar consejos sobre su vida profesional. Empleados y gerentes de todo el mundo buscan ayuda y ella les contesta. Todo iba muy normal, hasta que llegó un lector con una historia tan increíble que se hizo viral.

Su problema es que el colegio donde da clases de matemáticas acaba de contratar a una nueva directora y él está muerto de miedo. ¿Por qué? Bueno, su nueva jefa es su exnovia. A todos nos puede pasar, no hay nada más incómodo que cruzarte con un ex o trabajar con él. Pero lo de este sujeto es aún peor.

La ruptura no fue normal. No hubo discusiones, ni lágrimas, solo silencio. Él confesó que «durante Navidad, mientras ella estaba visitando a su familia, simplemente tomé mis cosas y dejé el país. Aproveché el hecho de que había aceptado un trabajo en el extranjero y no le dije nada a ella».

Después de tres años juntos y dos viviendo en el mismo piso, Sylvia (su novia) llegó a la casa y su pareja se había desvanecido sin dejar rastro. Ahora, después de casi una década separados y después de que ella se volviera loca buscando a su pareja, sin saber ni siquiera si estaba vivo, Sylvia regresa a su vida y los roles se invirtieron: ahora ella tiene el poder.

Esto es el karma en acción y la historia se extendió como fuego salvaje. No había probabilidades de que se volvieran a encontrar, no tenían amigos en común y ¡hasta estaban en países diferentes! Ahora, el hombre que la abandonó no tiene posibilidades de huir de nuevo y, naturalmente, todos en internet nos convertimos en esto por un momento: 

Pero solo por un momento...

Aprendamos: la cobardía no es la salida

Podemos dejar que nos crezcan los cuernos y disfrutar del miedo de este sujeto, o podemos aprender algo de él. Desapareció de su casa sin decir nada, pero todos los días muchas personas se desvanecen de nuestras vidas sin previo aviso. Simplemente cortan la comunicación, bloquean sus redes sociales y adiós, ya no los puedes volver a ar.

Desaparecer, así sea haciendo ghosting o tomando las valijas y yendo a otro país es más fácil que enfrentar una situación. Al menos para el que desaparece. Para el otro todo es bastante más difícil. Creen que su relación está yendo bien y de repente ya no hay nada, solo el vacío que el otro solía ocupar y un montón de preguntas que giran sobre sí mismas y que pueden terminar en una depresión.

En The Journey from Abandonment to Healing, Susan Anderson explica que «cuando un ser amado muere, la pérdida es final [...] pero las personas que son abandonadas pueden quedarse en un estado de negación y posponer el cierre, a veces de forma indefinida».

Necesitamos cerrar los capítulos para poder avanzar, pero cuando lo único que tienes son preguntas y nadie que las conteste es mucho más complicado encontrar paz después de una ruptura.

El neurocientífico de la Universidad de Chicago, John Cacioppo, explicó a Psychology Today que «el dolor de perder una relación importante puede ser especialmente punzante cuando no hay o social».

El hombre de la historia explicó que la abandonó así porque no quería verse enredado en el drama de una ruptura, pero no se dio cuenta de que ese comportamiento puede ser peor. No se usan palabras, pero, según Cacioppo, el mensaje es claro y dice: «Tus necesidades no importan, tú no importas.»

Dicen que la tecnología está atrofiando nuestras habilidades sociales, que estamos perdiendo los modales, el tacto. Debemos ser amables con los demás, aun cuando ya no los queremos ver más. La habilidad de romper con un ser querido es necesaria, aunque no nos guste. La comunicación es fundamental para una pareja, incluso cuando está llegando al final.

Así que si ya no quieres estar con tu pareja junta el coraje que necesitas para ser honesto y decirle lo que sientes cara a cara. Le estarás haciendo el mejor regalo; le estarás dando la posibilidad de sanar.

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