El amor para toda la vida sí existe: esta triste pero hermosa historia lo demuestra a la perfección
“Si tú eres un ave, yo soy un ave también”.
63 años de matrimonio. Henry y Jeannette tuvieron una gran relación. Ella tenía Alzheimer y estaba en un hogar de ancianos. Él la iba a ver dos o tres veces al día, hasta que le diagnosticaron cáncer de próstata. Sus hijos decidieron llevarlo al mismo hogar que su madre para que compartieran todos sus días.
El 31 de julio todo cambió. Jeannette falleció. Uno de sus hijos le dijo a su papá que su mamá se había ido al cielo, y qué él ya no tenía que luchar más, que podía irse si quería.
Henry miró hacia el lugar de su amada, cerró los ojos y al cabo de 20 minutos decidió emprender viaje hacia donde Jeannette se encuentra.
“Si tú eres un ave, yo soy un ave también”. ¿Ahora sí te hizo acordar a “Diario de una Pasión”? Una hermosa historia, conmovedora. Vivirán para siempre juntos y se encontrarán en una nueva vida.
Su partida marcó la vida de sus hijos, pero para ellos fue tan solo un día más. Mañana seguirán estando juntos, solo que en otro lado.