9 cosas que aprendimos sobre las relaciones humanas mirando films de Woody Allen
Los films de Woody Allen suelen existir en una zona donde la comedia y el drama se entrecruzan (o están a tan solo algunos matices de distancia) y lo que nos hace reír no es tan distinto de lo que nos incomoda. Se suele considerar además que la obra de Woody es bastante redundante, es decir, su atracción por ciertos temas, personajes y dinámicas hace que a través de los más o menos 50 films que dirigió, se cree una unidad y se consolide un universo gracias a esa especie de “firma”, de estilo y lógica que los caracteriza. Otra cosa singular de los films de Woody es que sus personajes se transforman muy poco, más bien expresan problemas que siempre tuvieron latentes y que se mantienen sin resolver. ¿Qué mas aprendimos de las relaciones humanas gracias a esta provocadora mirada?
1. El amor es como un tic nervioso, al principio piensas que es grave y que estás enfermo hasta que te acostumbras
Dos cosas parecen ser cruciales para Woody: el amor entre hombres neuróticos e inseguros y mujeres dominantes… y lo fácil que es para cualquiera obsesionarse (al punto que algunos de estos personajes se tranforman en criminales como en Match Point y Hombre Irracional). En los films de Woody, el amor es como el pegote de un chicle, como una picazón que intentamos impacientemente calmar.
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2. La necesidad de ciertos personajes de psicoanalizarse constantemente puede resultar muy graciosa
No puedes evitar seguir hurgando. En un segundo, dos o tres angustias se transforman en una gigante bola de nieve: ves que viene hacia ti pero nunca te alcanza del todo. Woody ha creado personajes que se sienten tan incómodos consigo mismos y que, sin embargo, entendemos a la perfección.
3. Tremendas fuerzas motoras son capaces de surgir del aburrimiento
Más que fijarse objetivos ambiciosos, los personajes de Woody necesitan ponerse en marcha para luchar contra el tedio de tener todo resuelto.
4. Ser intelectual es un dolor de cabeza
¡Deja de pensar por un momento! El intelectual está siempre temiendo que su inspiración, su brillo, se apague. Y además, el tedio de la vida no deja de golpearlo en la cara.
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5. Elegir siempre nos pone neuróticos
Todas nuestras inseguridades salen a la luz. En los films de Woody, elegir es una compulsión... o un calvario. El personaje de Woody elige para escapar de sí mismo, no para encontrarse.
6. El egoísmo mueve al mundo
Woody no nos plantea un mundo ideal donde todos cooperan y se comunican para lograr objetivos armoniosos. Por el contrario, nos ve como un cúmulo de intereses contradictorios.
7. Relaciones intergeneracionales: ¿hay realmente otra opción?
No es raro que Woody explore romances que parecen condenados desde un principio, como en Manhattan o Vicky Cristina Barcelona.
8. Los contrastes económicos en una pareja no permiten que el amor fluya
De Match Point a Blue Jasmine, el dinero construye una "falsa" o "ilusoria" estabilidad que, si se modifica, hace que los personajes tambaleen enseguida.
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9. Ciertos triángulos amorosos son capaces de mantenerse en equilibrio
Podemos vivir situaciones complejas y desgastantes disfrutando de la tensión, aunque eventualmente nos cansemos... y perdamos interés. Los personajes de Woody precisan muy poco para desenamorarse.
¿Qué te pareció nuestro análisis de los personajes que pueblan las ficciones de Woody Allen? ¿Sientes un parecido entre estos personajes y los problemas de nuestra cotidianeidad?