7 lecciones de amor que aprendimos con la serie Downton Abbey
La serie británica Downton Abbey ha revitalizado las tramas de época gracias a un exquisito plantel y una historia apasionante protagonizada por los habitantes de la famosa propiedad de Yorkshire, desde lo aristócratas hasta sus sirvientes. Una serie que ha roto moldes pero también nos ha enseñado estas 7 lecciones de amor:
#1 La desesperación se paga
Edith Crawley, considerada como "la patito feo" de las tres hijas de Downton, es uno de los personajes que mejor evoluciona a lo largo de una serie en la que, no obstante, atraviesa un cierto período de desesperación amorosa con tal de competir con sus hermanas. El primer pretendiente es un hombre que le dobla la edad y quien, a pesar de renegar en un primer momento, termina cediendo. Finalmente, el día de la boda, Sir Anthony Strallam la deja plantada en el altar.
#2 Expresa tus sentimientos
En una época en la que ciertos matrimonios de la alta sociedad eran formalizados por un fin u otro, expresar los verdaderos sentimientos hacia la persona que realmente se ama se convierte en algo más complicado que en la actualidad. Este es el caso de Lady Mary, empujada a casarse con Richard Carlisle con tal de ocultar un escándalo del pasado, si bien ella está enamorada de Matthew Crawley. Por suerte, tuvimos final feliz, pero a punto estuvimos de dar por imposible una de las parejas más queridas de Downton Abbey.
#3 Olvida el pasado de tu pareja
El motivo por el que Lady Mary desea contraer matrimonio con Carlyle corresponde a una aventura que mantuvo con un embajador turco que murió en su cama la misma noche. Un escándalo que Mary oculta al hombre que ama, Matthew, hasta confesárselo bajo la nieve al final de la segunda temporada. La reacción de Matthew se traduce en un anillo de compromiso, dejando claro que no le importan los errores de su futura esposa, sino estar con ella simplemente.
#4 Nunca es tarde para el amor
Muchos de los sirvientes de Downton parecen destinados a consumir sus vidas en el servicio sin posibilidad de encontrar el amor y desarrollar una vida propia. Este es el ejemplo de Carson, el mayordomo, y la señora Hughes, la ama de llaves, dos personajes entrados en los sesenta y que comparten una singular camaradería. Finalmente, Carson le propone matrimonio a su amada, confirmando que el amor no entiende de edad, ni siquiera en los mismos años 20.
#5 En la salud y en la enfermedad
La doncella más encantadora de la casa, Anna, es uno de los personajes más sufridos de la serie al ver encerrado a su marido, el señor Bates, en la cárcel. Una situación límite que pone a prueba a un matrimonio recién casado en el que las pruebas no parecen favorecer al acusado. Sin embargo, la insistencia y el esfuerzo en Anna se mantienen, demostrando que el amor no entiende de duros golpes o situaciones extremas sino que, simplemente, se abre paso, intentando resistir, confirmando una regla que muchos matrimonios suelen olvidar tras la luna de miel.
#6 Trabajar con tu pareja es posible
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Volvemos a la pareja Anna / Señor Bates para recordar esa delicada situación en la que trabaja con su pareja, algo visto con malos ojos por ciertas personas que aún en los últimos años lo consideran un agobio más en la relación. El vínculo de estos dos personajes deja claro que, con un poco de espacio y mucho amor, trabajar en pareja es posible, y llevar los chismes del trabajo a casa también.
#7 Toda relación larga tiene sus altibajos
El matrimonio protagonista, Robert Crawley y su mujer Cora, forman una pareja envidiable, madura y confidente. Sin embargo, a pesar de tanta estabilidad, ciertas decisiones llegan a enfrentarles en más de una ocasión, creando un ambiente más tenso. Es en uno de estos momentos, concretamente en la segunda temporada, cuando Robert vive un ligero affair con una de las sirvientas a la que, por suerte, consigue frenar a tiempo. El patriarca consigue darse cuenta de que, realmente, todas las relaciones tienen altibajos y se debe seguir luchando por la persona que se ama.
A pesar del romanticismo clásico que irradia una serie ambientada en los años veinte, estas 7 lecciones de amor que aprendimos con Downton Abbey nos servirán para seguir afrontando nuevas situaciones románticas que, sea cual sea la época, parecen seguir siendo atemporales, si bien nuestra reacción ante las mismas han variado un poco... por suerte o por desgracia.