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Papás y Mamás

Enséñales a tus hijos a ser agradecidos: un regalo con un valor increíble

Una cosa es enseñarles a nuestros hijos a decir “muchas gracias” y otra, mucho más compleja, es enseñarles a ser agradecidos.
19 Nov 2015 – 08:19 AM EST
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La gratitud, como atributo, es algo que toma tiempo enseñar, pero vale la pena absolutamente porque no sólo los hace más amables, sino que también más positivos y hasta más felices.

Con la llegada del Día de Acción de Gracias me puse a pensar cómo puedo ayudar a mis hijas a sentir gratitud hacia la vida.

Leyendo encontré varios estudios que repiten lo mismo: las personas agradecidas están más satisfechas con sus vidas, tienen menos posibilidades de deprimirse y de estresarse y manejan las situaciones difíciles con un espíritu positivo. Además tienen control de sus emociones, mejores relaciones con las personas, encuentran más fácilmente su propósito en este mundo y pueden disfrutar de la vida. Y por si fuera poco, ¡las personas con gratitud duermen mejor!

Ahora bien, sabiendo los beneficios de este atributo tan poderoso, ¿cómo fomentarlo en los hijos?

Mi primer paso es enseñarles a mis hijas que el valor no está solamente en lo que se compra, o se posee. Que deben estar agradecidas por tener salud, ser amadas, poder comer todos los días, por poder abrazar a las personas que aman, por poder expresar sus emociones, por poder bailar, cantar y reírse.

Otra forma de ayudar a los hijos a experimentar gratitud es dando: nosotros mismos experimentamos esa satisfacción que se siente al dar y hacer algo por los demás. Mis hijas y yo hemos empacado varias bolsas de ropa y juguetes para regalar y hemos ido juntas a donarlos, entre preguntas de por qué y para quién, ellas aprenden que dar también es una forma de agradecer.

Si durante la temporada de fiestas tienes tiempo, puedes llevar a tus hijos a colaborar en eventos para la comunidad. Tengo amigos que tienen la tradición de ser voluntarios en la mañana del Día de Acción de Gracias y servirles comida a las personas más necesitadas de su barrio, algo que me gustaría hacer con mis hijas este año.

Otra forma de ayudarlos a expresar gratitud es pedirle a los chicos que pinten algo para las personas a las que quieren reconocer o agradecer. No importa qué tan elaborado sea el dibujo, lo importante es que en ese proceso entiendan la necesidad de ser agradecidos.

Otra regla que intento aplicar en mi casa es la de tener más momentos y menos regalos: para celebrar algo especial prefiero hacer algo en familia, un viaje en tren, ir al teatro, o cocinar juntos, más que comprar un regalo y darlo. Esto también nos ayuda a estar agradecidos por lo que vivimos y experimentamos, sin necesidad de que haya algo material de por medio.

Por último, el compromiso es de hacer que mis hijas estén agradecidas siempre, no sólo en los días cercanos a Thanksgiving, porque, si son tantos los beneficios que la gratitud nos da a las personas, ¿cuál es la excusa para no fomentarla toda la vida?

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