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Papás y Mamás

Consejos para acabar con las malas palabras o palabrotas de tus hijos

25 Jul 2015 – 12:00 PM EDT
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Las palabrotas, malas palabras o palabras soeces, que a los adultos no nos suele escandalizar, a los niños les llama poderosamente la atención en una etapa de su vida en la que su lenguaje se va desarrollando progresivamente con la adquisición de nuevo vocabulario.

¿Por qué los niños en torno a los cinco años de edad comienzan a decir palabrotas?

Probablemente te sorprenda ingratamente que tu hijo diga malas palabras en casa cuando en realidad te esfuerzas diariamente por educarlo en valores con un lenguaje respetuoso. Sin embargo, a pesar de ello, tu hijo las dice de vez en cuando. Esto ocurre porque tu pequeño no solamente aprende y se relaciona en su entorno familiar, sino que también interactúa y recibe la influencia de otros agentes socializadores como son su grupo de iguales (en el parque, colegio, actividades extraescolares) y la televisión (a través de dibujos animados, programas, publicidad, películas, etc.). Los niños, por tanto, están expuestos a expresiones lingüísticas que en muchas ocasiones son inapropiadas.

Esas palabras malsonantes las aprenden por imitación y las integran en su vocabulario al tratarse de expresiones prohibidas. Diciéndolas los niños consiguen captar la atención de su entorno y trasgredir límites y normas, hecho que logrará que se sientan mayores como los adultos que las emplean. Además, su uso constituye una vía de escape rápida y sencilla para canalizar y expresar su enfado, malestar o frustración, pues carecen todavía de suficiente vocabulario alternativo y de otros recursos como para gestionar adecuadamente sus emociones negativas (impotencia, rabia, etc.).

En la mayoría de las ocasiones los niños espetan palabrotas sin saber realmente su significado, especialmente cuando son muy pequeños y esto a muchos padres puede resultarles gracioso. Pero lejos de reírles la gracia a nuestros hijos lo que debemos hacer desde el principio es erradicar su uso con el fin de que no las vuelvan a repetir.

Consejos para acabar con las malas palabras de tus hijos.

Comparto aquí contigo algunas ideas que te pueden ayudar. Recuerda que erradicar las palabrotas del vocabulario de tu hijo no es una tarea sencilla cuyos resultados puedas ver de la noche a la mañana. Así que te recomiendo que te armes de perseverancia y paciencia ¡Suerte!

  • Se un referente ejemplarizante. Tu niño aprende de lo que ve que tú haces y lo que oye que dices. Reconócelo, somos humanos y seguro que alguna vez se te ha escapado una palabra soez delante de tu hijo cuando quebraste un vaso, por ejemplo (a mí me ha sucedido). En estas situaciones lo mejor es pedir disculpas a nuestro pequeño por emplear palabras inapropiadas. Es conveniente que le expliquemos la situación que nos ha llevado hasta ese límite y que le digamos que no volverá a suceder porque emplear malas palabras no es correcto. Así enseñamos a nuestro hijo a pedir disculpas cuando a él se le escape alguna palabrota.
  • Frustración cero. Trabajad juntos la respiración, la relajación y el diálogo. Intentad ver siempre el lado positivo de las cosas para evitar estar enfadados. Hablad sobre lo que os enfada y las causas. Escuchad juntos música relajante. Si tu hijo es pequeñito te recomiendo también que trabajes la frustración y el enfado con estos vídeos de Daniel Tigre (Daniel Tigre se enoja).
  • Explica a tu hijo que no es correcto decir malas palabras porque molestan y ofenden a las personas. Trabaja con él la empatía haciéndole estas preguntas: ¿Cómo crees que se siente la persona a la que has llamado idiota? ¿Te gustaría que a ti te llamaran tonto?
  • El juego de “Los bienhablados”. Diariamente a cada participante ( que conviven bajo el mismo techo) se le hace entrega de 5 puntos que ha de procurar conservar para poder canjearlo por un premio (consensuado previamente por la familia). Si alguien dice una palabra malsonante se le quita un punto (detrás del punto se escribe la palabrota que se ha dicho). Al final del día leed las palabrotas e inventad palabras originales que las sustituyan. Posteriormente haced el recuento de puntos conservados. Se lleva el premio quien habiendo dicho menos palabras malsonantes ha tenido más puntos. El premio puede ser una pegatina, postre preferido, etc.
  • Juega con tu hijo al juego “¿Qué harías o dirías si…?: un amigo te rompe tu juguete preferido, si mamá te prohíbe salir al parque porque no hiciste los deberes, si no ganas un partido de fútbol , etc. Esta actividad es muy útil para que tu hijo reflexione sobre situaciones que pueden causarle estrés y aprenda a usar vocabulario alternativo adecuado para expresar su desagrado, malestar, etc.
  • Muéstrate indiferente cada vez que tu hijo diga palabrotas porque de lo contrario conseguirá sacarte de tus casillas provocando verdaderas situaciones embarazosas (especialmente en lugares públicos). Si ignoras su conducta tarde o temprano desistirá.

¿Tu hijo dice palabras groseras? ¿Cómo consigues acabar con ellas? Agradecemos que compartas tu experiencia.

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