Cómo ayudar a tu hijo adolescente a combatir el estrés escolar

Aunque aún no tengo hijas adolescentes, sé por mis amigas que tienen que muchas veces la comunicación con los hijos ‘teenagers’ puede ser complicada. Pareciera que hay días en los que viven en un mundo aparte, conectados a sus celulares y a sus redes sociales y en los que las conversaciones con los padres se reducen a sí, no, ok, y bye. Y por ello, es más difícil aún saber si anímicamente están bien, o se sienten deprimidos o estresados.
De acuerdo a la Asociación Americana de Psicología, muchos adolescentes hoy en día lidian con niveles de estrés tan altos como los de los adultos, en especial durante el año escolar, en el que los exámenes, el bullying y la presión por tener buenas notas puede poner su salud emocional en riesgo.
Este estrés también puede hacer que los adolescentes terminen descuidando su salud física y opten por conductas poco saludables: dejen de hacer ejercicio, duerman pocas horas, se salteen comidas, escojan meriendas o snacks poco nutritivos, se excedan en el consumo de cafeína y hasta cambien de humor, se conviertan en introvertidos y apáticos.
Según una encuesta hecha hace un tiempo por Princeton Review, 85 por ciento de los estudiantes siente más estrés en tiempo de testing y exámenes y este estrés combinado con hábitos poco saludables hace que se sientan más cansados, ansiosos y en muchos casos esto hacer que su rendimiento escolar sea más bajo (al contrario de lo que ellos esperan).
Cuando se trata de adolescentes, los padres, aunque suene difícil, podemos intervenir creando hábitos y rutinas más saludables y proponiendo otras formas de manejo del estrés.
Estas son algunas propuestas en el caso de que tu hijo se sienta agobiado por la rutina escolar, la tarea y los exámenes.
Tomarlo con calma
Muchos estudiantes quieren tener la nota más alta posible, quieren su 100, o su A, pero para conseguirlo muchas veces ponen en riesgo su salud. Si los chicos no inician la conversación acerca del estrés, es tarea de los padres y familiares de hacerlo. Cuanto antes aprendan a manejar sus niveles de estrés, menos repercusión tendrá en su salud mental y física. Y mejor les irá en la escuela.
Darles una mascota
El hecho de que tengan que cuidar a un cachorro o darles de comer al gato, les crea el tiempo para desconectarse y a su vez hacer conexión con su mascota. Jugar un rato con el perro, sacarlo a pasear, salir al patio con la mascota, puede ser una forma de aliviar la tensión del estudiante.
Ejercitarse
Hacer ejercicio es bueno y necesario para cualquier chico, no importa la edad. En el caso de los adolescentes, hay que motivarlos a desconectarse de sus teléfonos y tabletas, a dejar por un rato los videojuegos y a ejercitarse. Un partidito de básquet, o media hora de caminata puede ser una gran forma de mantener los niveles de estrés controlados. Hasta pueden usar la tecnología si es necesario para moverse, con video juegos como Just Dance, yoga, o actividades físicas que vienen con guías para usar en Xbox, WII y otras consolas.
¡A Dormir, por favor!
Los adolescentes tienen la tradición de acostarse tarde, ya sea porque se quedan estudiando o porque aprovechan esas horas para recrearse. Dormir bien es vital para un buen rendimiento físico y los padres pueden ayudarlos a lograr esto asegurándose de que no se lleven el celular al cuarto, de que coman bien y no escondan snacks o bebidas con cafeína para la noche y que en especial tengan una rutina que los obligue a levantarse temprano, de manera que a la noche se sientan lo suficientemente cansados como para irse a dormir a una hora prudente y no cuando sale el sol.
Comer mejor
Otra forma de combatir el estrés que aplica a todos los de la familia. En el caso de los adolescentes, lo peligroso es que se salten comidas y escogen snacks poco saludables (papa fritas, chips, gummy bears, café, bebidas azucaradas y energizantes, etc). Además no toman suficiente agua, los que los hace sentir más cansados aún. Tener a mano una manzana, frutas, barras de cereal saludables (no todas las barras de cereal son buenas!) y asegurarse de que desayunen bien en casa son formas de promover una mejor alimentación y reducir sus niveles de estŕes. Si comen bien, se sienten mejor y rinden más.
Ambiente apropiado
Finalmente, una forma de ayudarlos a manejar el estrés es promoviendo que tengan su cuarto o espacio organizado. Piensa qué pasa cuándo regresas a tu casa y todo está patas para arriba, fijo te estresas. No hay calma posible en un lugar donde todo está echado en el piso, la ropa está revuelta, no se encuentra los libros y peor aún, la alfombra huele terrible. Si tus hijos logran tener su cuarto en orden, eso los ayudará a tener más armonía en general y a combatir el estrés con más firmeza. Además, tendrán un lugar ‘de ellos’ para estudiar, recrearse y distenderse de verdad.