Guía práctica para unas pestañas XXXL

Por Carolina Enríquez

Este cosmético no tiene una historia tan larga: fue inventado a finales del siglo XIX por el empresario Francés Eugene Rimmel. De ahí su nombre: rímel. Sí, así se eternizan a veces ciertos apellidos.

Pero fueron los hermanos Mabel y T.L. Williams quienes lo comercializaron bajo su firma Maybelline, y su producto era entregado por correo. Poco después, la encargada de hacer la versión que conocemos hasta nuestros días del tubo con el cepillo fue la legendaria Helena Rubinstein.

Top Secret

Vamos a contarte aquí cómo aplicar la mascara de pestañas para que se te vean kilométricas. Mira estos sencillísimos pasos (y si puedes aguantar, no le cuentes a nadie tu secreto).

Paso 1. Rízate las pestañas como acostumbras a hacerlo.

Paso 2. Con el cepillo de tu rímel pon una primera capa muy fina en la puntas de las pestañas, alargando hacia arriba.

Paso 3. Deja secar unos segundos y da una segunda capa fina desde la mitad las pestañas jalando hacia arriba.

Paso 4. Nuevamente deja secar unos segundos y repite la operación, pero ahora desde la base de las pestañas, alargando hacia arriba, moviendo el cepillo en zigzag. Y listo. Ojo: es muy importante que el cepillo no traiga mucho rímel, porque si no terminarás con un empaste horrible. 

Aquí algunas de las nuevas máscaras que han salido al mercado y debes probar. Hay una para cada gusto y necesidad, así que haz las pruebas que requieras antes de salir a la calle con algo que no encaja con tu estilo de rostro. Sólo hay un modo de averiguarlo: ¡pruébalas todas y mírate al espejo!

Truquitos para que crezcan

Té verde. Después de prepararte tu bebida caliente, guarda en el frigorífico las bolsas de té verde que ibas a tirar. Todas las mañanas coloca dos bolsitas frías sobre tus ojos y déjalas reposar por 5 minutos. Los flavonoides y antioxidantes del té verde ayudan a nutrir tus pestañas favoreciendo su crecimiento. Y a esto añádele que tus ojos se desinflarán: win-win situation.

Cepíllalas. Así como cepillar tu cabello ayuda a su crecimiento, lo mismo pasa con las pestañas. Lava muy bien el cepillo de cualquier rímel que ya vayas a desechar y todas las noches cepíllate tus lindas pestañitas.

Aceite de ricino. Las abuelitas nunca se equivocan, y un secreto de toda la vida es aplicarte aceite de ricino antes de dormir: quita el exceso con un pañuelo desechable y listo. Cuida de usar aceite cosmético y no el industrial. Y hazte antes una pequeña prueba para ver si no eres alérgica. 

Cítricos. Cuando se dice que la belleza empieza desde adentro, lleva mucha razón. Para esas pestañas de ensueño que quieres, consume mucha vitamina C, ese jugo de naranja o pomelo de las mañanas es perfecto.