Por qué el trabajo de parto es bueno para el bebé
El trabajo de parto tiene un sentido importante para el bebé, y es una instancia que no en vano la mujer embarazada tiene que atravesar. Cuando una mamá está en trabajo de parto, su cuerpo produce hormonas que estimulan las glándulas suprarrenales del bebé para que produzcan una hormona del estrés llamada catecolamina.
La catecolamina comprende un grupo de neurotransmisores (adrenalina, dopamina, etc) que son producidas en una situación de estrés o de adaptación. En el caso del bebé cuya mamá está en trabajo de parto, esta respuesta fetal está diseñada para ayudar al bebé a hacer la transición desde la vida uterina a la vida fuera del útero.
Aquí te describimos cómo ayuda el trabajo de parto al bebé específicamente:
-Ayuda al bebé a respirar. Las hormonas producidas aumentan los niveles de surfactante secretadas, lo cual ayuda a que se expandan los pulmones del bebé y a limpiarlos de líquido amniótico.
-Aumenta el flujo sanguíneo hacia el bebé. Los hormonas del estrés envían más sangre al cerebro, corazón y riñones del bebé.
-Aumenta las reservas de energía del bebé, lo cual le permite estar satisfecho hasta la bajada de leche materna.
-Facilita el vínculo del bebé y la mamá. El nivel de alerta que un recién nacido tiene está directamente relacionado con la producción de las hormonas del trabajo de parto. Un bebé más alerta se conecta mejor con su mamá.
-Aumenta la protección inmunitaria. Cuando las hormonas suprarrenales son secretadas gracias al trabajo de parto, aumenta el número de glóbulos blancos.
Los estudios científicos han demostrado que aunque la anestesia epidural no afecta los niveles de catecolaminas secretadas, existe una diferencia significativa de esos niveles entre los bebés nacidos vaginalmente y los nacidos por operación cesárea. Incluso si una cesárea se torna necesaria durante el trabajo de parto, el bebé habrá recibido catecolaminas y responderá mejor a la vida extrauterina que un bebé nacido por cesárea. Esta es la razón por la cual se recomienda, en caso de una situación médica que haga imprescindible una cesárea programada, esperar al comienzo espontáneo del trabajo de parto.