No ignores las caries de tu bebé por tener dientes de leche, los expertos advierten de estos peligros
Uno de los aspectos que genera más duda en los nuevos padres es la higiene del bebé. Gran parte de la rutina y las noches en vela con un pequeño en casa se enfocan exclusivamente en ello, y aunque el primer pensamiento es el baño o cambio de pañales, hay algo que nunca debe ser subestimado: la salud dental.
Muchos aún piensan que los primeros dientes del bebé son una especie de "comodín" y que no importa si llegan a presentar caries o si se caen prematuramente. De la misma forma se suele dejar de lado la limpieza minuciosa por que "no hay nada que limpiar".
La Asociación Dental Americana (ADA) habla de manera regular del peligro que conlleva una mala higiene en los dientes de leche, ya que las primeras caries (llamadas también "caries de biberón") pueden ser tan perjudiciales como las que brotan en dientes permanentes.
¿Por qué son importantes los dientes de leche?
La ADA reitera que aunque sean temporales, los primeros dientes definen el aspecto y salud de los permanentes desde la raíz. Cualquier rastro de infección o lesión que haya recibido un diente de leche podría extenderse hasta el nervio del diente, y por lo tanto la siguiente pieza correría el riesgo de replicar la lesión de alguna forma (mancha, infección extendida, etc.).
El riesgo de caries aumenta conforme el bebé se independiza del pecho materno y comienza a degustar papillas, sin importar si son caseras. Cabe resaltar que existen biberones y chupones elaborados con sustancias activas que incentivan las caries.
¿Qué pasa si mi bebé se queda con una caries?
Las caries se dividen en varias clases con base en su tamaño y profundidad. Si tu bebé presenta una o varias de estas lesiones es imprescindible que acuda a un especialista. Los riesgos de dejar crecer una caries tienen más impacto en los niños:
- Si el daño es muy grande, se puede perder la pieza dental de forma permanente.
- Respecto a lo anterior, en caso de que el nervio esté dañado pero la pieza pueda ser salvada, el tratamiento tampoco será agradable: endodoncia.
- Problemas de encías de por vida (gingivitis o periodontitis).
- Cuando la caries aparece en una etapa temprana, las secuelas de una infección bucal pueden dificultar el aprendizaje del habla y la pronunciación.
- La ADA advierte de un riesgo poco común, pero documentado y mortal: los abscesos cerebrales pueden ser consecuencia de una infección severa ocasionada por caries. De esta forma, cuando una caries avanza sin ser tratada puede afectar el sistema nervioso mediante neuralgias o infartos cerebrales.
¿Cómo debo limpiar los dientes de mi bebé?
Aún cuando no existan dientes, los padres deben desde el inicio masajear las encías del bebé con un paño suave y húmedo para limpiar la mucosa, las encías y la lengua.
En cuanto salga el primer diente, se debe usar un cepillo de cerdas suaves y una cantidad mínima de pasta alta en flúor (el cual evitará la aparición de caries).
Entre los 3 y 6 años se debe enseñar el cepillado y se debe llevar a cabo con supervisión (para que el cepillado sea correcto y el niño no trague la pasta). La pasta aún se recomienda fluorada en esta etapa y la porción que se use no debe superar el tamaño de un chícharo.
La ADA recomienda ampliamente las revisiones periódicas desde los primeros brotes dentales. El dentista pediátrico otorgará consejos personalizados para cada caso.
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